El bullying es una problemática con importantes costos psicosociales tanto para quienes son victimizados como para quienes lo llevan a cabo.

Un paso para la prevención de dicha conducta es evaluar las actitudes y el conocimiento que los docentes que trabajan con niños y adolescentes tienen sobre el bullying.

Para este fin, se constituyó una muestra intencional de 417 docentes de escuela primaria y secundaria, con edades que iban desde los 20 a los 65 años.

RESUMEN DEL ARTÍCULO

Introducción

El bullying y el ciberbullying representan una preocupación creciente en las escuelas de América Latina.

Estas formas de violencia afectan el bienestar emocional y social de niños, niñas y adolescentes, y pueden derivar en consecuencias graves como:

• aislamiento,
• ansiedad,
• depresión
• o bajo rendimiento escolar.

Los docentes cumplen un rol clave en la detección, intervención y prevención del acoso.

Resultados

Muchos docentes definieron el bullying como agresiones físicas, verbales o psicológicas, pero solo una minoría incluyó elementos clave como:

• la intencionalidad,
• la reiteración
• o el desequilibrio de poder.

Además, se observaron diferencias según la experiencia y el nivel educativo: los docentes con más años de carrera mostraban mayor conocimiento, y los de secundaria valoraban más la participación activa de los alumnos en la prevención.

Se identificaron también ideas erróneas:

• como la creencia de que el bullying ayuda a formar el carácter,
• o que los agresores siempre tienen baja autoestima.

Recomendaciones prácticas para escuelas, docentes y padres

• Formación continua: Es fundamental capacitar a los docentes sobre qué es y qué no es bullying, cómo identificarlo y cómo actuar.
• Protocolos claros: Las escuelas deben establecer procedimientos específicos para la atención y seguimiento de casos.
• Trabajo con las familias: Padres y madres deben estar informados y ser aliados en la prevención y contención.
• Inteligencia emocional desde el aula: Fomentar la empatía, el respeto y el diálogo como ejes centrales de la convivencia escolar.
• Escuchar a los estudiantes: Brindar espacios seguros donde niños y adolescentes puedan expresar lo que viven sin miedo a represalias.
• Adaptar estrategias al contexto: Considerar la realidad individual de cada escuela y comunidad para aplicar medidas efectivas.