Trastorno Obsesivo Compulsivo: cuando las obsesiones se vuelven incontrolables

A todos nos invaden de tanto en tanto pensamientos o comportamientos de carácter repetitivo, rutinario, o intrusivo, o en ocasiones nos empeñamos en ser demasiado perfeccionistas. Pero cuando se da un patrón constante de pensamientos y miedos no deseados (obsesiones) que provocan comportamientos repetitivos excesivos e irrazonables (compulsiones), y que interfieren en las actividades diarias y causan sufrimiento emocional, entonces estamos hablando de trastorno obsesivo compulsivo o TOC.

El trastorno obsesivo compulsivo suele incluir obsesiones y/o compulsiones que ocupan largos periodos de tiempo e interfieren en la rutina social, escolar o laboral, y por tanto en la calidad de vida. Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes repetidos, persistentes e indeseados que son intrusivos y causan ansiedad o pesar. Las compulsiones son comportamientos repetitivos que te sientes impulsado a realizar.

Cuando existe TOC:

  • Se le da una importancia excesiva a determinado pensamiento, de forma que no te deja pensar en otras cosas
  • Genera malestar, duda y ansiedad por un largo periodo de tiempo
  • Se sobreestima el peligro o el daño que puede asociarse a determinado pensamiento.

El trastorno obsesivo compulsivo en general es crónico.

Suele comenzar en la adolescencia pero también puede hacerlo en la infancia. Distintos factores biológicos, psicológicos y sociales intervienen en su origen.

Si bien hay factores congénitos que predisponen a algunas personas a desarrollar síntomas obsesivos compulsivos, las situaciones estresantes o las crisis vitales también pueden gatillar la expresión de los síntomas. Una de las comorbilidades más comunes que coexisten con el TOC es el trastorno de ansiedad generalizada (TAG). Además, más de un 30% de las personas con autismo manifiestan también TOC.

Los síntomas pueden oscilar entre leves a moderados, o ser tan graves y prolongados que se vuelven incapacitantes. Inician progresivamente y tienden a variar en su gravedad y cambiar con el paso del tiempo. Además, los síntomas del TOC suelen empeorar ante situaciones de estrés. Como todo trastorno neurobiológico, se considera óptimo detectar e intervenir cuanto antes el TOC, ya que con el tiempo las conductas repetitivas se instalan y empeoran, afectando a la calidad vida de la persona que lo padece y de sus allegados.

Las obsesiones en el TOC a menudo tienen temáticas similares a las siguientes:

  • Miedo a la suciedad o a la contaminación
  • Dificultad para tolerar la incertidumbre
  • Necesidad de tener las cosas ordenadas y simétricas
  • Pensamientos negativos sobre la pérdida de control
  • Pensamientos no deseados de carácter violento, sexual o religioso

Solo se da un diagnóstico de TOC cuando las obsesiones y compulsiones ocupan un tiempo excesivo, causan sufrimiento significativo e interfieren con el funcionamiento en la escuela, actividades sociales, relaciones familiares o rutinas de la vida diaria. En el TOC, los rituales son vividos con padecimiento, no con placer. Además, vienen asociados a pensamientos obsesivos y su función apunta a disminuir la ansiedad que generan.

Debido al malestar y ansiedad que generan las obsesiones, las personas con TOC buscan disminuir su ansiedad llevando a cabo sus compulsiones. El objetivo de las intervenciones tiende sin embargo a enseñar a tolerar y enfrentar el malestar generado por las obsesiones, generando estrategias de reestructuración cognitiva. Es decir, se trata de revisar los temores o los motivos de la ansiedad y tratar de flexibilizar esos pensamientos obsesivos. Así, la terapia cognitivo conductual (TCC) ha mostrado ser sumamente eficaz para el TOC.

En la actualidad, la investigación en TOC se enfoca en conocer mejor el trastorno para su posterior tratamiento. Las principales líneas de investigación se centran en el estudio de las variables biológicas predictoras del resultado el tratamiento psicológico. Recientemente, un equipo de la Universidad de Cambridge ha descubierto que los pacientes con trastorno obsesivo compulsivo tienen un desequilibrio neuroquímico en regiones de la corteza orbitofrontal, claves para la toma de decisiones. Hallaron una alteración en los niveles de los neurotransmisores glutamato (mayores) y GABA (menores) en los pacientes con TOC. Este hallazgo podría tener potenciales ventajas terapéuticas al considerar tratamientos basados en la manipulación farmacológica de la actividad de los neurotransmisores glutamato y GABA. Aún así, aún queda mucho por conocer sobre este trastorno.

 

Bibliografía:

 

Cómo citar esta publicación:

Sanz Blasco, S. (2023). Trastorno Obsesivo Compulsivo: cuando las obsesiones se vuelven incontrolables. Asociación Educar para el Desarrollo Humano. www.asociacioneducar.com/trastorno-obsesivo-compulsivo-cuando-las-obsesiones-se-vuelven-incontrolables
Investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Farmacológicas (ININFA) de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires. Realizó un posdoctorado en el Neuroscience and Aging Research Center del Instituto Sanford Burnham Prebys, en San Diego, California. Es Doctora en Fisiología por el Instituto de Biología y Genética Molecular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid. Además, es Licenciada en Ciencias Químicas, titulada en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valladolid. Ha sido autora y coautora de más de 20 publicaciones científicas en el campo de las enfermedades neurodegenerativas.