HINE: una mirada temprana y precisa al desarrollo neurológico infantil
La evaluación del neurodesarrollo en la primera infancia ha sido históricamente un reto tanto clínico como ético; detectar de manera temprana alteraciones neurológicas permite no solo intervenir oportunamente, sino también ofrecer trayectorias más funcionales para el desarrollo del niño.
En este contexto, herramientas como la Hammersmith Infant Neurological Examination (HINE) emergen como instrumentos clave para cambiar el curso de muchas vidas.
Desarrollada inicialmente en la década de 1990 por Dubowitz y colaboradores, la HINE ha ganado vigencia en la última década debido a su aplicabilidad, sencillez, validez clínica y capacidad predictiva frente a condiciones como la parálisis cerebral, los trastornos del movimiento y las alteraciones del tono postural en bebés de alto riesgo (Ferrari et al., 2019; Romeo et al., 2021).
Hoy, en un contexto donde las terapias tempranas se vuelven cada vez más integrales y basadas en la evidencia, actualizar el conocimiento sobre la HINE no es solo una necesidad clínica, sino un imperativo ético para garantizar una atención más justa, personalizada y eficaz.
Un examen clínico para ver lo invisible
La HINE es una herramienta estandarizada para evaluar el examen neurológico en niños entre los 2 y 24 meses de edad. Se estructura en tres componentes:
- Evaluación Neurológica (26 ítems)
- Comportamiento y Función del Estado de Conciencia
- Hitos del Desarrollo Motor
Cada ítem se califica en una escala ordinal (0 a 3) y permite obtener una puntuación total con valor predictivo para parálisis cerebral y otros trastornos neurológicos. Una de sus mayores fortalezas es su sensibilidad para detectar anomalías sutiles en niños que, a simple vista, podrían parecer «típicos» (Romeo et al., 2021).
Predictiva, accesible y no invasiva
El verdadero valor de la HINE radica en su capacidad de ser utilizada en múltiples entornos: desde unidades neonatales hasta contextos comunitarios, y por diferentes profesionales capacitados (neonatólogos, fisioterapeutas, neurólogos pediátricos).
Estudios longitudinales han mostrado que una puntuación baja (< 57 puntos) a los 3 o 6 meses de edad se asocia con una alta probabilidad de desarrollar parálisis cerebral, especialmente en bebés con antecedentes de prematuridad, hemorragia intraventricular o leucomalacia periventricular (Ferrari et al., 2019; Novak et al., 2017).
Además, ha demostrado tener buena correlación con otras herramientas complementarias como el GMA (General Movements Assessment) y la Resonancia Magnética Cerebral (Novak et al., 2017).
Integración con las terapias del desarrollo
En el marco de las nuevas perspectivas en intervención temprana, la HINE no debe ser vista como una herramienta puramente diagnóstica; su verdadero potencial emerge cuando se convierte en una brújula terapéutica, un mapa del tono, la postura, los reflejos y la calidad del movimiento, que orienta planes individualizados de fisioterapia, terapia ocupacional y estimulación neurosensorial.
Programas basados en la neuroplasticidad, como COPCA o NDT-Bobath, están empezando a incorporar los resultados de la HINE como referencia de partida y seguimiento en bebés en riesgo neurológico (Pizzol et al., 2021). El enfoque ya no es solo detectar: es intervenir desde la diversidad del desarrollo.
La importancia de una mirada formativa
Uno de los mayores aportes recientes es la inclusión de la HINE en contextos educativos de formación profesional:
- facultades de fisioterapia,
- terapia ocupacional
- y medicina,
están incorporando la evaluación neurológica infantil como una competencia fundamental para el abordaje del desarrollo infantil desde una perspectiva biopsicosocial y transdisciplinar.
Porque mirar con precisión no solo es un acto clínico, es también un acto ético y humano; la herramienta no reemplaza la experiencia del terapeuta, pero la afina, la encuadra y la vuelve más sensible a las señales del cuerpo infantil.
Mirar temprano para intervenir mejor
En un mundo donde el tiempo es una variable crítica en el neurodesarrollo, herramientas como la HINE permiten mirar con lupa lo que otros apenas intuyen. No se trata de etiquetar precozmente, sino de abrir oportunidades antes de que las ventanas de desarrollo se cierren.
La neurociencia actual confirma que los primeros dos años de vida constituyen un período de máxima plasticidad cerebral; por ello, contar con evaluaciones confiables y accesibles marca la diferencia entre un abordaje reactivo y uno verdaderamente preventivo y terapéutico (Spittle et al., 2021).
Implicaciones para la política pública y la equidad
Incorporar la HINE en los sistemas de salud pública, especialmente en contextos de alto riesgo social y sanitario, puede ser un catalizador de equidad:
- su bajo costo,
- corta duración (10–15 minutos)
- y facilidad de entrenamiento,
permiten su aplicación masiva en programas de seguimiento a recién nacidos prematuros, con asfixia neonatal, infecciones congénitas o malformaciones cerebrales.
No es solo una herramienta médica, es también un instrumento de justicia social.
¿Qué pueden hacer padres, madres y cuidadores?
Aunque la HINE debe ser aplicada por profesionales entrenados, el rol de la familia es irremplazable. Aquí van algunas acciones prácticas para acompañar el desarrollo de los bebés desde casa:
1. Observar sin obsesionarse
- Presta atención al tono muscular (si es muy rígido o muy flácido).
- Observa si el bebé usa ambos lados del cuerpo por igual.
- Nota si hay contacto visual, sonrisa social, intención de movimiento o de juego.
2. Estimular desde el vínculo
- El juego cara a cara, los cantos, el porteo y el masaje infantil promueven la organización neurológica.
- Las interacciones simples y repetidas crean conexiones cerebrales estables.
3. Aceptar los ritmos del niño sin negar señales
- No todos los niños se desarrollan igual, pero si algo te genera duda, es mejor consultar.
- Validar tu intuición como cuidador es parte del proceso.
4. Trabajar con profesionales desde la alianza, no desde el miedo
- Si un terapeuta o pediatra sugiere aplicar la HINE, no es para alarmarte, sino para conocer mejor las necesidades de tu hijo.
- Hacer parte del proceso, participar activamente y hacer preguntas fortalece el acompañamiento.
5. Crear entornos amorosos, variados y con movimiento libre
- Permitir al bebé moverse en el piso, explorar su entorno, manipular objetos, sentir diferentes texturas y posiciones es parte de la «terapia natural» del desarrollo.
- Evitar el uso excesivo de sillas, coches o dispositivos restrictivos.
Recomendación para profundizar: Moléculas Exerquinas, los superhéroes del movimiento infantil
Recomendación para profundizar: Cuerpo y Juego desde la Fisioterapia Educativa: Una Mirada Vivencial desde Tokio, Japón
Conclusión
En definitiva, ver con ciencia y actuar con corazón; la HINE no es solamente una herramienta clínica, es un espejo temprano de la vida neurológica de un niño o una niña. Su valor radica en algo profundamente humano: en la posibilidad de ver antes para acompañar mejor.
En un mundo donde muchas veces se reacciona tarde o se minimizan las señales del cuerpo infantil, contar con instrumentos confiables, sencillos y científicamente respaldados es una forma concreta de cuidado.
Pero más allá de la técnica, lo que está en juego es algo mayor: la oportunidad de transformar la historia de un niño; no hablamos de predecir destinos, sino de ofrecer caminos, porque cuando una familia sabe a tiempo qué ocurre con su bebé, cuando un profesional se forma en evaluar con sensibilidad y cuando el entorno se adapta en lugar de exigir que el niño se ajuste, estamos hablando de desarrollo con dignidad.
Este artículo no solo pretende actualizar conceptos, sino tocar corazones informados, porque mirar no basta; hay que mirar con sentido, con ciencia y con ternura, y eso es lo que la HINE permite cuando se usa desde una mirada integradora del desarrollo infantil.
Para mantenerte al día con los últimos avances científicos
Sumate a la comunidad de WhatsApp de AE, donde vas a encontrar una fuente práctica y accesible de actualización académica en tu celular.
Referencias:
-
Ferrari, F., Cioni, G., Einspieler, C., Roversi, M. F., Bos, A. F., Paolicelli, P. B., & Guzzetta, A. (2019). Hammersmith Infant Neurological Examination: Predictive value and diagnostic accuracy in a large population of infants with cerebral palsy. Developmental Medicine & Child Neurology, 61(6), 646–652. https://doi.org/10.1111/dmcn.14045
-
Novak, I., Morgan, C., Adde, L., Blackman, J., Boyd, R. N., Brunstrom-Hernandez, J., … & Badawi, N. (2017). Early, accurate diagnosis and early intervention in cerebral palsy: Advances in diagnosis and treatment. JAMA Pediatrics, 171(9), 897–907. https://doi.org/10.1001/jamapediatrics.2017.1689
-
Romeo, D. M., Ricci, D., Brogna, C., Musto, E., Cordaro, F., Rinaldi, G., & Mercuri, E. (2021). Use of the Hammersmith Infant Neurological Examination in infants with hypoxic–ischaemic encephalopathy. European Journal of Paediatric Neurology, 34, 25–30. https://doi.org/10.1016/j.ejpn.2021.10.001
-
Spittle, A. J., Olsen, J. E., Kwong, A., Doyle, L. W., & Cheong, J. L. (2021). Early developmental intervention programmes provided post hospital discharge to prevent motor and cognitive impairment in preterm infants. Cochrane Database of Systematic Reviews, (12). https://doi.org/10.1002/14651858.CD005495.pub5
Cómo citar esta publicación: Amaya Cordoba, A. C. (2025). Neurodesarrollo Infantil: Evaluación Neurológica en Bebés con la Herramienta HINE. Asociación Educar para el Desarrollo Humano. www.asociacioneducar.com/blog/neurodesarrollo-infantil-evaluacion-neurologica-en-bebes-con-la-herramienta-hine
Artículos relacionados
