En un mundo donde la infancia y la adolescencia están cada vez más expuestas a estilos de vida sedentarios y a un uso excesivo de pantallas, surge la necesidad de replantear cómo entendemos el movimiento. La Guía Canadiense de Movimiento 24 Horas propone un enfoque revolucionario: no se trata solo de promover la actividad física, sino de integrar en un mismo marco el movimiento, el tiempo sedentario y el sueño, como piezas complementarias de un mismo rompecabezas de salud (Tremblay et al., 2016).
Este modelo invita a mirar la jornada completa de un niño o adolescente como una oportunidad de bienestar, donde cada hora cuenta y se interrelaciona con las demás. No basta con recomendar “hacer ejercicio”; también importa cuánto se duerme, cómo se descansa y cuánto tiempo se pasa sentado.
Un marco integral pensado más allá del ejercicio
La guía establece que la salud óptima no depende de un solo factor aislado, sino de la combinación equilibrada de:
- Actividad física: al menos 60 minutos diarios de actividad física moderada a vigorosa, junto con actividades que fortalezcan músculos y huesos tres veces por semana.
- Conducta sedentaria: limitar el tiempo frente a pantallas a un máximo de 2 horas diarias y promover pausas activas en el colegio y en casa; si quieres saber más, aquí puedes encontrar mi e-book (Despantallizando la infancia): https://www.amazon.com/dp/B0F1B57Q3R
- Sueño adecuado: entre 9 y 11 horas para niños de 5 a 13 años y entre 8 y 10 horas para adolescentes de 14 a 17 años.
El verdadero valor de esta guía está en su carácter integrador, al reconocer que dormir bien, moverse lo suficiente y reducir el sedentarismo son aspectos inseparables que se retroalimentan para un desarrollo físico, cognitivo y socioemocional saludable.
Evidencia y aplicabilidad
Investigaciones recientes han demostrado que quienes cumplen con las tres recomendaciones de la Guía de Movimiento 24 Horas presentan mejores resultados en salud mental, rendimiento académico, regulación emocional y condición física (Carson et al., 2017; Chaput et al., 2018).
Este enfoque también es accesible y adaptable, ya que puede implementarse en contextos escolares, comunitarios y familiares, guiando tanto a profesionales de la salud como a educadores y cuidadores.
Integración en el ámbito educativo y familiar
La guía no es solo un documento técnico; es una herramienta de acción, donde escuelas y familias pueden integrarla a través de estrategias como:
- Promover recreos activos y clases de educación física dinámicas.
- Implementar rutinas de higiene del sueño (acostarse y levantarse a la misma hora, reducir pantallas antes de dormir).
- Incluir pausas activas de 5 minutos cada hora de trabajo académico.
- Fomentar actividades familiares al aire libre: caminatas, ciclismo, juegos cooperativos.
¿Qué pueden hacer padres, madres y cuidadores?
- Dar ejemplo con el propio estilo de vida: la coherencia adulta inspira a los niños.
- Organizar rutinas equilibradas que contemplen tiempo de actividad, descanso y ocio digital con límites claros.
- Favorecer el juego libre y activo: permitir que los niños exploren su entorno, trepen, corran y creen juegos espontáneos.
- Cuidar la calidad del sueño: establecer horarios consistentes, un ambiente relajado y libre de pantallas en la habitación.
- Convertir el movimiento en una experiencia positiva, no en una obligación: bailar, reír, explorar y compartir.
Recomendación para profundizar: Movimiento para la Mente: Estrategias desde la Fisioterapia para el Bienestar Emocional
Implicaciones para la salud pública y la equidad social
La Guía Canadiense de Movimiento 24 Horas no se limita a brindar recomendaciones individuales, sino que constituye una herramienta estratégica de salud pública con potencial de transformar comunidades enteras.
La propuesta de integrar en un solo marco la actividad física, la reducción del sedentarismo y el sueño responde a la necesidad de abordar de manera simultánea problemas emergentes de la niñez y adolescencia como la obesidad, los trastornos del sueño, la baja condición física y el aumento de las enfermedades mentales (Tremblay et al., 2016; Chaput et al., 2020).
Uno de los aportes centrales de esta guía es su capacidad de servir como marco normativo para el diseño de políticas públicas. Tal como señalan Saunders et al. (2016), el abordaje combinado de conductas de movimiento permite a los sistemas de salud planear intervenciones más costo-efectivas y con mayor impacto poblacional.
Por ejemplo, invertir en programas escolares de actividad física resulta mucho más eficiente cuando se acompaña de estrategias que regulan los horarios de sueño y reducen la exposición a pantallas.
En términos de equidad social, la guía plantea un imperativo ético: garantizar que todos los niños y adolescentes, independientemente de su contexto socioeconómico, tengan acceso a entornos que faciliten hábitos de movimiento saludables.
Esto implica diseñar políticas que aseguren espacios públicos seguros, acceso a parques, ciclovías y programas deportivos comunitarios de bajo costo, así como campañas educativas dirigidas a familias vulnerables sobre higiene del sueño y uso responsable de pantallas (Rhodes et al., 2020).
El impacto de esta guía también se relaciona con la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT). La evidencia muestra que el cumplimiento simultáneo de las tres recomendaciones se asocia con una reducción significativa en la incidencia de obesidad, hipertensión, diabetes tipo 2 y trastornos del ánimo en la niñez y adolescencia (Carson et al., 2017; Saunders et al., 2016). Estas condiciones representan hoy una carga creciente para los sistemas de salud a nivel global, y su prevención desde etapas tempranas supone un alivio financiero y social a largo plazo.
Desde la perspectiva de la salud mental, la guía contribuye a la reducción de factores de riesgo como la ansiedad y la depresión. Estudios internacionales han mostrado que los niños que cumplen con las recomendaciones reportan mayor bienestar emocional, mayor satisfacción con la vida y mejores relaciones sociales (Chaput et al., 2018). En este sentido, la Guía de Movimiento 24 Horas no solo protege la salud física, sino que también actúa como un factor de resiliencia comunitaria.
Finalmente, adoptar este marco en salud pública requiere de un enfoque intersectorial: los ministerios de salud, educación, transporte y cultura deben trabajar de manera articulada para garantizar que las condiciones sociales, económicas y ambientales favorezcan la implementación de la guía.
La Organización Mundial de la Salud (WHO, 2020) ha señalado que las guías integradas de movimiento constituyen un paso necesario para afrontar los desafíos de la inactividad física, considerada actualmente uno de los principales factores de riesgo de mortalidad prematura en el mundo.
Conclusiones
La Guía Canadiense de Movimiento 24 Horas constituye un cambio de paradigma en la forma de entender la salud y el bienestar infantil y adolescente. Al integrar la actividad física, el sueño y la reducción del sedentarismo en un mismo marco, rompe con el enfoque tradicional fragmentado y propone una visión integral que responde a las necesidades reales de los niños y jóvenes en la sociedad actual.
En primer lugar, esta guía evidencia que cada comportamiento importa y que las 24 horas del día deben verse como una oportunidad de equilibrio entre movimiento, descanso y actividades sedentarias.
No basta con promover la actividad física aislada si los niños no duermen lo suficiente o pasan gran parte de su tiempo frente a pantallas. Esta interdependencia permite entender el bienestar como un tejido de hábitos diarios que se complementan y potencian mutuamente.
En segundo lugar, la evidencia científica demuestra que cumplir con las recomendaciones no solo impacta en la salud física, previniendo enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes tipo 2 o los problemas cardiovasculares, sino también en el desarrollo cognitivo, emocional y social.
Los niños que duermen adecuadamente, se mueven de forma regular y limitan el tiempo frente a pantallas muestran mejor rendimiento escolar, mayor regulación emocional y niveles más altos de bienestar psicológico.
Asimismo, la guía ofrece un potencial transformador en salud pública. Su aplicabilidad en escuelas, comunidades y hogares la convierte en un recurso accesible y adaptable a diferentes contextos socioculturales.
La promoción de políticas que aseguren espacios seguros para la actividad física, campañas educativas sobre la higiene del sueño y regulaciones que limiten la exposición excesiva a pantallas representan pasos concretos hacia la equidad en salud.
Desde una perspectiva familiar y educativa, la guía invita a un cambio cultural: el movimiento y el descanso dejan de ser vistos como actividades opcionales y se convierten en pilares esenciales del desarrollo.
La responsabilidad de padres, madres, cuidadores y docentes no es solo fomentar la actividad física, sino también garantizar un entorno que facilite el descanso y limite los factores que promueven el sedentarismo.
Finalmente, el Movimiento 24 Horas constituye una herramienta que trasciende lo clínico y lo preventivo; es también una propuesta ética y social. Promover que cada niño y adolescente tenga derecho a moverse, descansar y crecer en equilibrio es apostar por un futuro más saludable, justo y humano.
El reto que queda por delante es convertir la teoría en práctica: pasar de las recomendaciones en papel a hábitos sostenibles en la vida cotidiana. Lograrlo implica la colaboración de familias, escuelas, comunidades, profesionales de la salud y responsables de políticas públicas.
Solo así será posible materializar la visión de la guía: que cada hora cuente y que cada decisión diaria contribuya a un desarrollo integral y digno para todos los niños y adolescentes.
Recomendación para profundizar: El Cuerpo y el Movimiento desde la Mirada Japonesa: una Experiencia Vivencial para la Educación
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Referencias:
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Cómo citar esta publicación: Amaya Cordoba, A. C. (2025). Movimiento 24 horas: la guía canadiense que transforma la salud infantil y adolescente. Asociación Educar para el Desarrollo Humano. www.asociacioneducar.com/blog/movimiento-24-horas-la-guia-canadiense-que-transforma-la-salud-infantil-y-adolescente/
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