Las causas cotidianas del malestar docente
El estrés cotidiano afecta a cientos de docentes en su práctica diaria, impactando no solamente en el bienestar de quienes enseñan, sino también la calidad del aprendizaje de los estudiantes. Cuando los maestros están agotados, frustrados o desmotivados, el aula pierde su potencial como espacio de crecimiento. Además, este estrés sostenido puede volverse crónico, derivando en problemas:
- emocionales,
- físicos
- y vocacionales.
¿Qué impacto tiene este estrés?
El estrés tiene múltiples impactos dentro de la escuela. Además de dificultar el trabajo en equipo y debilitar los vínculos dentro de la institución, también limita la capacidad de adaptarse a cambios o innovar en el aula. En conjunto, se convierte en un obstáculo estructural para una educación de calidad.
Un estudio latinoamericano
Un estudio realizado en Ecuador busco identificar cuáles eran las causas más comunes de estrés dentro de los maestros. Para esto, conformaron una muestra de 66 docentes de dos instituciones educativas. A través de encuestas, se identificaron siete fuentes principales de estrés laboral:
- supervisión directiva,
- carencias materiales,
- trabajo en equipo,
- relación con estudiantes,
- adaptación a los cambios,
- valoración externa
- y necesidad de mejoras.
¿Qué es lo que más estresa a los docentes?
Los resultados muestran que el estrés en los docentes no se origina en un solo lugar, sino en una combinación de factores. Uno de los más destacados es la falta de reconocimiento por parte de personas externas, como familias o autoridades, seguido por la necesidad urgente de mejoras en el sistema educativo, como infraestructura, salario o tamaño de los grupos. También se mencionan como fuentes relevantes de estrés:
- la relación con los estudiantes, incluyendo situaciones de disciplina o agresiones,
- la supervisión de los directivos, que en muchos casos es vivida como excesiva o amenazante,
- la escasez de recursos y materiales,
- las dificultades para adaptarse a los cambios, como nuevas asignaturas o metodologías impuestas sin preparación adecuada
- y el trabajo en equipo, que en contextos tensos puede aumentar la presión en lugar de aliviarla.
Hacia una solución colectiva
El estudio concluye que el abordaje debe ser integral. No se trata solo de dar más recursos o reducir supervisiones, sino de crear un entorno laboral en el que los docentes se sientan valorados, acompañados y escuchados. Desde políticas educativas que prioricen el bienestar del docente, hasta gestos cotidianos de reconocimiento y apoyo institucional, cuidar a quienes educan es cuidar la educación misma.
Conclusión
El estrés docente no es un problema individual, sino una señal de alerta del sistema educativo. Sus causas son múltiples y cotidianas, y sus efectos impactan tanto en los maestros como en los estudiantes. Abordarlo requiere una mirada integral que combine políticas públicas, condiciones laborales dignas y reconocimiento institucional. Escuchar y cuidar a los docentes es una inversión en el futuro de la educación. Solo así, el aula podrá recuperar su verdadero potencial formativo.
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Referencia:
- Sandoval, M. A. L., Pesantez, M. J. G., Benítez, R. L., & Navas, C. D. H. (2024). Revelando las causas cotidianas del estrés en docentes de educación básica: caso de dos instituciones ecuatorianas. Uniandes Episteme. Revista digital de Ciencia, Tecnología e Innovación, 11(2), 216-230. https://doi.org/10.61154/rue.v11i2.3414
Cómo citar esta publicación: González Caino, P. C. (2025). Docentes en Alerta: Un Llamado Urgente Frente al Estrés Escolar. Asociación Educar para el Desarrollo Humano. www.asociacioneducar.com/blog/docentes-en-alerta-un-llamado-urgente-frente-al-estres-escolar/
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