La acetilcolina tiene muchas funciones: actúa en las uniones y en las estimulaciones neuromusculares, así como también en la inervación visceral parasimpática. Asimismo, se encuentra en el sistema nervioso central y particularmente implicada en los circuitos de la memoria, la recompensa y los circuitos extrapiramidales.
Nuestro cerebro estaba muy bien preparado para la vida en la sabana africana y mantiene su estructura en la actualidad, en la cual el medio es muy distinto. Por esto, nuestro sistema emocional sufre este contexto.