Las legislaciones en salud mental presentan una serie de problemas de carácter histórico que afectan el diseño e implementación de las mismas, especialmente en naciones en vías de desarrollo, en tanto que, en los países más desarrollados, las políticas de salud mental se diseñan y ejecutan con base en estudios longitudinales y ensayos clínicos con las diferentes poblaciones que tenga cada nación.

El objetivo de este artículo de revisión ha consistido en hacer una minuciosa inspección de diferentes bases de datos científicas y académicas, con el fin de obtener un cuerpo teórico lo suficientemente sólido como para entender las dificultades técnicas que atraviesan muchas economías emergentes en materia de salud mental, pues no se llevan a cabo, evaluaciones estandarizadas con sus muestras y es precisamente ahí en donde radica la mayor falla en los ministerios de salud y en los programas de salud mental de estos países.

Se concluye este estudio al afirmar que, si las naciones en vías de desarrollo no optan de manera obligatoria por crear sus propios instrumentos de evaluación desde una perspectiva devenida de

• la epidemiología,
• la psicología experimental
• y la neuropsicología,

no podrá ser posible que las políticas en salud mental que se apliquen, sean objetivas y rigurosas y se postulan a las neurociencias cognitivas como una potente herramienta para guiar esa tarea de construcción de instrumentos y asesoría para diplomáticos y políticos.

RESUMEN DEL ARTÍCULO

Introducción:

Las legislaciones en salud mental presentan desafíos históricos importantes, especialmente en países en vías de desarrollo.

A diferencia de las naciones con mayores recursos, donde se diseñan políticas a partir de estudios clínicos y poblacionales, muchas economías emergentes crean marcos legales sin datos normativos propios ni validación científica.

Esto genera leyes desconectadas de la realidad local, con poca utilidad práctica. Este artículo propone que las neurociencias cognitivas pueden aportar una base sólida para diseñar políticas públicas más efectivas, empáticas y contextualizadas.

Método:

Se realizó una revisión bibliográfica con base en 8.922 estudios extraídos de bases de datos como Scopus, Web of Science, ESCI y Latindex. Se aplicaron criterios rigurosos de inclusión y exclusión, seleccionando finalmente 32 artículos con evidencia relevante en neurociencias cognitivas, salud mental, legislación y políticas públicas.

El objetivo fue explorar cómo la investigación científica puede sustentar marcos normativos que respondan verdaderamente a las necesidades de salud mental de cada país.

Resultados:

Los resultados evidencian que muchos países redactan leyes en salud mental sin contar con evaluaciones estandarizadas, ensayos clínicos ni estudios epidemiológicos propios. Esto provoca estigmatización, uso de pruebas no validadas en peritajes legales y una desconexión entre ciencia y política.

Las neurociencias cognitivas y afectivas, al estudiar cómo funciona el cerebro en contextos sociales, legales y afectivos, ofrecen herramientas fundamentales para comprender la conducta humana, evaluar riesgos y diseñar intervenciones eficaces. Se plantea también la necesidad de fortalecer la formación de profesionales que redactan leyes y generar datos normativos propios para evitar importar modelos inaplicables.

Recomendaciones prácticas:

• Incluir equipos interdisciplinarios con expertos en neurociencias, salud mental y derecho para diseñar legislaciones contextualizadas.
• Desarrollar estudios longitudinales y clínicos en cada país antes de redactar leyes o protocolos.
• Evitar el uso de pruebas proyectivas o sin base empírica en peritajes judiciales, reemplazándolas por evaluaciones neuropsicológicas validadas.
• Formar a los futuros legisladores y decisores políticos en principios básicos de psicología, salud pública y neurociencias.
• Incorporar la neuroeducación en comunidades y escuelas, para reducir el estigma y promover una cultura de salud mental integral.
• Utilizar la neuropolítica como disciplina emergente para diseñar leyes que consideren cómo el cerebro toma decisiones y responde emocionalmente.