Tecnologías en el Aula: ¿Didácticas o Rutinarias?

RESUMEN DEL ARTÍCULO

 

¿Tecnología para transformar o para repetir?

La tecnología llegó hace décadas a nuestras aulas, pero su presencia no garantiza por sí sola una mejora en los aprendizajes. De hecho, muchas veces se incorpora sin una estrategia clara, y lejos de promover la innovación pedagógica, termina replicando prácticas tradicionales. ¿Qué sentido tiene sumar tablets, plataformas o inteligencia artificial si los modelos de enseñanza siguen siendo los mismos?

Este artículo revisa estudios recientes sobre el uso de tecnologías educativas y reflexiona sobre cómo su implementación puede ser didáctica y transformadora… o simplemente rutinaria.

 

Del entusiasmo digital a la reflexión pedagógica

Desde las computadoras personales en los 80 hasta las plataformas de inteligencia artificial actuales, la tecnología ha modificado nuestra forma de enseñar y aprender. Sin embargo, no basta con el acceso a dispositivos: el verdadero cambio ocurre cuando las tecnologías se integran en propuestas didácticas claras y centradas en el aprendizaje activo.

Modelos como el aula invertida, el aprendizaje basado en proyectos (ABP) o la gamificación muestran un potencial enorme, pero su aplicación no está exenta de desafíos:

  • falta de formación docente,
  • desigualdad de acceso,
  • resistencia al cambio,
  • ausencia de una planificación pedagógica sólida.
 

Tecnología sin didáctica: errores frecuentes

Uno de los problemas más comunes es usar la tecnología como un fin en sí mismo, y no como un medio para mejorar los aprendizajes. Por ejemplo, cuando se proyectan diapositivas sin fomentar la participación, o se incluyen videos sin una actividad que promueva la comprensión crítica, se corre el riesgo de convertir la innovación en una rutina sin sentido.

Además, si no se considera el contexto cultural y socioeconómico de los estudiantes, se puede profundizar la brecha educativa. El entusiasmo por lo digital debe ir acompañado de estrategias inclusivas, intencionales y bien fundamentadas.

 

Modelos didácticos que integran tecnología

Los enfoques pedagógicos más exitosos al integrar tecnología comparten un elemento clave: la centralidad del estudiante como constructor activo del conocimiento.

  • En el aula invertida, los contenidos se abordan fuera del horario escolar y se usan los encuentros presenciales para discutir, resolver problemas y aplicar lo aprendido. Este modelo potencia la autonomía, pero requiere compromiso y acceso equitativo.
  • En el ABP, la tecnología permite investigar, diseñar y colaborar, fomentando habilidades del siglo XXI como la comunicación, la resolución de problemas y la creatividad.
  • Por su parte, la gamificación transforma la experiencia educativa en un entorno lúdico y motivador, aunque puede generar dependencia de recompensas externas si no se equilibra con una motivación intrínseca.
 

Constructivismo y tecnología: una alianza necesaria

Desde la mirada constructivista, la tecnología debe ser una aliada para construir aprendizajes significativos. Las TIC facilitan el acceso a múltiples fuentes de información, permiten personalizar contenidos y favorecen la colaboración. Sin embargo, su eficacia depende de cómo se seleccionan y diseñan pedagógicamente. No toda app educativa garantiza una experiencia de calidad.

También es necesario cuidar el equilibrio: la sobredependencia tecnológica puede disminuir la interacción humana y afectar el desarrollo socioemocional. Por eso, el docente sigue siendo insustituible como guía, facilitador y mediador de procesos reflexivos.

 

El poder del contexto educativo

Una conclusión ineludible: la tecnología no puede pensarse de forma aislada. Su éxito depende del contexto en el que se implementa: condiciones materiales, cultura institucional, objetivos pedagógicos, motivación de los estudiantes, formación docente y liderazgo educativo.

Usar tecnología de manera significativa implica adaptarla a las realidades y necesidades del aula. No se trata solo de medir resultados, sino de comprender cómo impacta en la comprensión, la participación y el desarrollo de habilidades transferibles.

 

Reflexiones finales

Las tecnologías en el aula tienen el potencial de enriquecer profundamente la educación, siempre que se las utilice con propósito, planificación y sensibilidad pedagógica. No son una solución mágica ni deben convertirse en una rutina superficial. Son herramientas valiosas, pero solo si están al servicio del aprendizaje.

Transformar el aula con tecnología implica:

  • compromiso docente,
  • reflexión crítica
  • y una visión de futuro donde la innovación no reemplace la pedagogía, sino que la potencie.

El desafío es claro: evitar que la tecnología educativa se vuelva un adorno y asegurar que se convierta en una verdadera aliada para enseñar mejor, aprender mejor… y educar mejor.

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¡Muchas gracias!

Autores:

  • Nicolás Parra Bolaños
    Asociación Educar para el Desarrollo Humano.
  • Yeison Suarez Beltrán
    Grupo de Investigación en Estudios Micro y Macro Ambientales (MICRAM), Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
 

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Cómo citar esta publicación: Parra Bolaños, N., & Suarez Beltrán , Y. (2025). Tecnologías en el aula: ¿Didácticas o rutinarias? Lexenlace: Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Educación Comercial y Derecho, 2(2), 140-152. https://doi.org/10.63644/c2dgmx20
https://orcid.org/0000-0002-0935-9496
Investigador Senior de Asociación Educar para el Desarrollo Humano e Investigador del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Minciencias, Colombia); Psicólogo, Máster en Neuropsicología y Educación, y Doctor en Ciencias de la Educación; Autor y coautor de más de 70 publicaciones científicas; Revisor invitado en más de 20 revistas indexadas; Parte del Equipo de Coordinadores del exitoso libro: "Una Historia de las Ciencias de la Conducta (Vol. I y II)", con más de 350.000 visitas digitales.