Conceptos utilizados por la teoría de los sistemas complejos adaptativos como propiedades emergentes; organización autopoiética; autoorganización; patrón de organización; clausura operacional; acoplamiento estructural; bucles de realimentación; causalidad circular; comportamiento no lineal -así como algunos principios de la complejidad- son abordados en este trabajo para explicar la UCCMMA.

Unidad compleja: Cuerpo-Cerebro-Mente-Medioambiente

Fecha 15 de Mayo de 2018

“El hombre es el producto de sus pensamientos: se convierte en lo que piensa”.
Mahatma Gandhi

No hay una definición única de Complejidad, y son diversos los criterios sobre las características de los sistemas complejos. Sin embargo, la mayoría de los científicos coinciden en que son sistemas formados por muchos componentes interconectados, interdependientes, diversos y adaptativos.

Dentro de los sistemas con mayor grado de complejidad está, sin lugar a dudas, el cerebro. El hecho radica no sólo en la cantidad de componentes (cien mil millones de neuronas y un billón de células gliales) sino en los billones de interconexiones que se establecen entre ellos. Además, estas interconexiones son intermitentes, o sea, tanto las conexiones sinápticas como las redes neuronales que se forman producto de éstas, se modifican constantemente en respuesta al cuerpo, la mente y el entorno, por lo que el cerebro es adaptativo, de ahí su cualidad plástica[1] y su poder de aprendizaje.

Analizar el cerebro desde el enfoque de la complejidad nos brinda una visión más plausible alejada del mecanicismo y del holismo.

Sin embargo, existe un sistema más complejo que el cerebro, el sistema que incluye junto al cerebro a la mente, el cuerpo y el entorno. Este sistema es denominado en Neurosicoeducación Unidad Cuerpo-Cerebro-Mente-Medioambiente (UCCMMA).

El propósito de este trabajo es explicar desde algunos presupuestos de la teoría de los sistemas adaptativos complejos la relación que existe entre el Cerebro, el Cuerpo, la Mente y el Medioambiente.

DESARROLLO

Según el emergentismo[2], al alcanzar cierto grado de complejidad, de las estructuras físicas surgen propiedades mentales. Searle (2000) estima que la mente es una propiedad emergente de los procesos cerebrales. Con «emergencia» Searle desea significar que el producto (la mente) es total y causalmente explicado por los elementos integrados del sistema del cual emerge (del cerebro), aunque no es una propiedad de ninguno de los elementos individuales, ni es un agregado de las propiedades de esos elementos.

Para Lewontin (2000), citado por Moriello (2005), la mente se origina a partir de algunos procesos o actividades que emergen del funcionamiento del cerebro. Sin embargo, ambos se encuentran en un estado de constante flujo, en el que se modifican y reconstruyen continuamente al interactuar entre sí, acoplándose de forma mutua y recíproca.

El premio nobel Eric R. Kandel en su libro In search of memory. The Emergence of a New Science of Mind (2006) hace una revisión exhaustiva y comprensiva de las herramientas biológicas moleculares utilizadas para explicar las bases celulares y luego genéticas de la memoria a corto y largo plazo y muestra la posible aplicación de la neurociencia en el desarrollo de intervenciones de salud mental más eficaces. En el prefacio, Kandel afirma que "el intento de entender la mente en términos biológicos celulares y moleculares" (pág. XV) se erige como uno de los mayores esfuerzos científicos actuales.

Se reconoce que la mente es producto del cerebro y el cerebro se modifica con la mente, por lo que es más adecuado considerar ambos conceptos como un único sistema, como una unidad conceptual: cerebro-mente.

Pero el sistema cerebro-mente forma parte del cuerpo y ambos se integran íntimamente por medio de complejas redes biofísicoquímicas y neuronales. El cerebro, la mente y el cuerpo se entrelazan intrínsecamente en la corporeidad, ya que el organismo aprende y se desarrolla al mismo tiempo. También el cuerpo proporciona una base referencial para la mente ya que aporta un contenido indispensable de los mecanismos de la mente, sin cuerpo no hay mente (Damasio, 1999).

Así el cuerpo, el cerebro y la mente conforman un sistema de creciente complejidad. La Unidad Cuerpo-Cerebro-Mente (UCCM) [Figura 1] es un concepto muy importante en Neurosicoeducación.

Aunque el concepto de cuerpo humano incluye la cabeza y dentro de la cabeza está el cerebro, para el Dr. Carlos A. Logatt Grabner, creador de la Neurosicoeducación, desde el punto de vista didáctico es mejor hablar de UCCM y no sólo de cerebro, a lo que llama Unidad Menor.

Figura 1. Unidad menor Cuerpo-Cerebro-Mente

En la UCCM se manifiesta el principio hologramático[3] de los sistemas complejos (D’Angelo, 2005; Morin, 1999, 2003).

Este principio aclara que no se puede simplificar el todo a las partes (como hace el reduccionismo), pero tampoco simplificar la parte al todo (como lo hace el holismo). Se trata entonces del establecimiento de una interacción continua entre el todo y las partes.

En los sistemas complejos no sólo las partes están en el todo, sino que el todo, en cierto modo, está en la parte. Las relaciones que se establecen entre el todo y las partes son complejas: la unión de las diversas partes constituyen el todo, que a su vez retroactúa sobre los diversos componentes que lo componen, confiriéndoles propiedades de las que antes carecían. La relación del todo con las partes no es meramente acumulativa, es solidaria.

En otras palabras, la organización compleja del todo (UCCM) necesita la complejidad organizacional de las partes (cuerpo, cerebro y mente), la cual necesita recursivamente la complejidad organizacional del todo (sobre la recursividad me referiré más adelante). Este principio también se conoce como la emergencia.

Es por esta razón que en Neurosicoeducación al referirse al cerebro se expresa como UCCM.

De manera que la UCCM es un estado de nueva complejidad emergente, en el que el comportamiento de todos los componentes es correlacionado y no equiprobable, o sea, que uno incide sobre otro y no hay equiprobabilidad ninguna, ocurriendo una clausura operacional. Pues, como afirman Maturana y Varela (1998), en este tipo de sistema “su identidad está especificada por una red de procesos cuyos efectos no salen de la red” (pág. 89), alcanzando un estado autoorganizado. Sin embargo, debemos tener cuidado porque este concepto puede dar la idea de que la UCCM es un sistema cerrado.

Recordemos que el análisis de las características básicas de los sistemas vivos condujo a Bertalanffy (1974) a una clasificación importante: los sistemas abiertos y los sistemas cerrados.

Los sistemas abiertos intercambian energía y sustancia con el medio. Ahora bien, si el sistema abierto es un sistema vivo, además de intercambiar energía y sustancia, da lugar al intercambio de información (Millar, 1992), a lo que se puede añadir intercambio de significado si el sistema vivo es humano (Romero, Portuondo y Crespo, 2005).

Por lo tanto, se puede llegar a la conclusión de que la UCCM es un sistema complejo cerrado operacionalmente, pero, al mismo tiempo, abierto al entorno porque necesita del intercambio constante de energía, sustancia, información y significado con el medioambiente para operar.

Al analizar esta dinámica y según el concepto de Maturana y Varela (1998), la organización de la UCCM es autopoiética: “La organización autopoiética significa simplemente procesos concatenados de una manera específica tal que los procesos concatenados producen los componentes que constituyen y especifican al sistema como una unidad” (pág.70).

La principal característica de un sistema autopoiético es que experimenta cambios estructurales continuos, mientras que preserva su patrón de organización en forma de red. Los componentes de la red se producen y transforman mutuamente sin cesar debido al acoplamiento estructural.

EI acoplamiento estructural emerge como resultado de las modificaciones mutuas que ocurren entre las unidades interactuantes, pero sin perder su identidad en el transcurso de sus interacciones. Si durante la interacción se pierde la identidad de las unidades interactuantes puede resultar de ello la generación de una nueva unidad, pero no se verifica acoplamiento.

Maturana y Varela (1998) explican que:

El acoplamiento también puede conducir a la generación de una nueva unidad en un dominio que puede ser distinto de aquel en que las unidades componentes (acopladas) conservan su identidad. La forma en que esto tiene lugar como asimismo el dominio en que se constituye la nueva unidad, depende de las propiedades de las unidades componentes (p.101).

El acoplamiento estructural de la UCCM al entorno da lugar a una nueva unidad, la UCCMMA, como se abordará más adelante.

Una propuesta revolucionaria es elaborada por Başar (2011) al realizar un acercamiento holístico por oscilaciones de la UCCM en un sistema cartesiano nebuloso. En el prólogo de su libro Brain-Body-Mind in the Nebulous Cartesian System: A Holistic Approach by Oscillations explica:

La multiplicidad de acoplamientos funcionales en la integración del cerebro-cuerpo no permite una descripción determinista de acontecimientos sensoriales/cognoscitivos. La incertidumbre observada y/o el caos determinista imponen la proposición de un sistema cartesiano nebuloso, que debe integrar los análisis para entender el cerebro-cuerpo-mente. (pág. vii).

Se hace evidente la necesidad de continuar profundizando desde nuevas propuestas teóricas la UCCM.

Por lo tratado, se evidencia que en la UCCM se manifiesta otro principio que caracteriza a los sistemas complejos: el principio de adaptación y evolución conjunta.

Este principio nos dice que en el proceso de autoorganización los sistemas complejos se transforman conjuntamente con su entorno: ninguno de los dos puede evolucionar en respuesta al cambio sin que produzcan ajustes correspondientes en el otro. (D’Angelo, 2005; Morin, 1984, 1998, 2003).

De ahí que al referirnos al cerebro debemos tener en cuenta que su complejidad no se debe sólo a la inmensa cantidad de neuronas, células gliales y sus intermitentes conexiones, sino a la variabilidad de componentes diversos interdependientes y adaptativos que se establecen formando redes de redes no lineales interconectadas (como fue referido en la introducción del trabajo) y su constante intercambio con el entorno. Así, aunque se hable de cerebro, debemos interpretar todo su funcionamiento como una unidad mayor de complejidad, la UCCMMA[4] [Figura 2]. 


Figura 2. Unidad mayor Cuerpo- Cerebro-Mente-Medio Ambiente.

Otro principio de la complejidad manifiesto tanto en la UCCM como en la UCCMMA es el principio de recursividad organizacional.

Este explica que los efectos o productos al mismo tiempo son causantes y productores del mismo proceso, o sea, los estados finales son necesarios para la generación de los estados iniciales, la causa es simultáneamente efecto. (D’Angelo, 2005; Morin, 1998, 1999, 2001, 2002).

Aunque generalmente tendemos a pensar en función de relaciones causa-efecto unidireccionales lineales, existe otro tipo de relaciones más complejas no lineales.

Para comprender este nuevo paradigma de la relación causa-efecto debemos referirnos primeramente a la cibernética, ya que esta realizó una revolución que estremeció nuestra concepción más clásica de la causalidad: el concepto de feed-back o realimentación.

En esencia, el concepto de realimentación nos viene a remarcar que el separar causa de efecto es un mero artilugio analítico que, además, constriñe el pensamiento en tanto que obvia parte de la complejidad de la relación.

Herramientas de Dinámica de Sistemas[5] como los bucles de realimentación y la causalidad circular permiten crear modelos que interactúan de manera constante con el entorno para comprender el comportamiento no lineal de sistemas complejos como la UCCMMA.

Un bucle de realimentación representa cómo la información resultante de alguna acción viaja a través de un sistema y, finalmente, regresa de alguna forma a su punto de origen, lo que puede influir en la acción futura. Si la tendencia en el bucle es reforzar la acción inicial, el bucle se llama bucle de realimentación positiva o de refuerzo; si la tendencia es oponerse a la acción inicial, el bucle se denomina bucle de realimentación negativa o compensador.

Me interesa tratar el bucle de realimentación positiva porque representa la variación de un elemento que se propaga a lo largo del bucle y que refuerza la variación inicial haciéndola mayor. Los bucles de realimentación positivos tienden a no mantener el equilibrio y transportan al sistema hacia nuevos estados. Son mecanismos de realimentación reforzadora, de amplificación de las desviaciones.

De manera que los bucles de realimentación positiva suponen una nueva revisión del concepto de causalidad en tanto que no siempre causas similares producirán efectos similares debido a la posibilidad de amplificación de los efectos (Maruyama, 1963).

Por su parte, el concepto de causalidad circular supone un cambio epistemológico por el cual todos los elementos influyen sobre los demás y, a su vez, son influidos por estos.

Por ejemplo, una unidad como la UCCMMA en la que el hecho "a" (Medioambiente) afecta al hecho "b" (Cuerpo), y "b" afecta luego a "c" (Cerebro) y "c" a su vez trae consigo a "d" (Mente), tendría las propiedades de un sistema lineal determinista. Sin embargo, si "d" (Mente) lleva nuevamente a "a" (Medioambiente), el sistema es circular y funciona de modo totalmente distinto.

Se denomina, pues, realimentación a este intercambio circular de información. La UCCMMA presenta una causalidad circular porque cada componente adopta un comportamiento que influye en los otros. Todo comportamiento es causa y efecto.

La causalidad puede ser descendente (downward causation, término acuñado por Donald Campbell, 1974) cuando las propiedades del nivel emergente tienen efectos causales sobre las propiedades o procesos de nivel inferior[6].

Por lo que puede comprenderse que si un sistema es capaz de hacer emerger una nueva complejidad (como, por ejemplo, sucede entre nuestros organismos y sus mentes) es de esperar que desde esa mente tengamos algún tipo de influencia sobre los niveles inferiores (causalidad descendente) y al revés que desde los niveles inferiores se pueda llegar a influir en los superiores (causalidad ascendente). 

Alicia Juarrero en su libro Dynamics in Action. Intentional Behavior as a Complex System (2002) corrobora que los sistemas adaptativos complejos suelen caracterizarse por procesos de realimentación positiva en los que el producto del proceso es necesario para el propio proceso. Este tipo de causalidad circular es una forma de auto-causa. Cuando las partes interactúan para producir el todo, y el todo resulta distribuido a su vez, afecta el comportamiento de sus partes, la causalidad inter nivel está en funcionamiento.

Las interacciones entre estos procesos dinámicos pueden crear una organización a nivel de sistemas con nuevas propiedades que no sean la suma simple de los componentes que constituyen el nivel superior. A su vez, la dinámica global de los emergentes distribuidos en el sistema no sólo determinará qué partes serán permitidas en el sistema: la dinámica global también regula y limita el comportamiento de los componentes de nivel inferior.

CONCLUSIONES

El cerebro es el órgano más complejo del ser humano del cual emerge una cualidad nueva: la mente. El cerebro y la mente retro actúan transformándose, pero ambos integrados en el cuerpo por medio de complejas redes biofisicoquímicas y neuronales no lineales conformando la UCCM.

La UCCM manifiesta las características de los sistemas autopoiéticos, presenta un patrón de organización (dado por la configuración de relaciones entre sus componentes que determinan sus características esenciales) en el que la función de cada componente es ayudar a producir y transformar a otros componentes, manteniendo al mismo tiempo la circularidad global de la red y su clausura operacional especificada por los procesos dinámicos cuyos efectos no salen de la compleja red.

Al mismo tiempo, la UCCM es un sistema complejo cerrado operacionalmente, pero abierto al entorno porque necesita del intercambio constante de energía, sustancia, información y significado con el medioambiente para operar. Se acopla estructuralmente al medioambiente a través de interacciones recurrentes, cada una de las cuales desencadena cambios estructurales, pero sin perder su autonomía, conformando una unidad de mayor complejidad: la UCCMMA.

En la UCCMMA se manifiestan los principios hologramático, de adaptación y evolución conjunta, así como el de recursividad organizacional que caracterizan los sistemas complejos adaptativos.

Lejos de ser un epifenómeno inerte, la ciencia moderna afirma que, en los sistemas complejos adaptativos, como la UCCMMA, el todo –y de manera distribuida-  ejerce poder activo en sus partes de tal forma que el sistema general se mantiene y mejora a través de una causalidad circular.

La teoría de sistemas adaptativos complejos puede, por lo tanto, ser utilizada como metáfora para esta forma de relaciones causales en la UCCMMA.


Referencias bibliográficas:

  • Başar, E. (2011). Brain-Body-Mind in the Nebulous Cartesian System: A Holistic Approach by Oscillations. New York: Springer New York Dordrecht Heidelberg London.
  • Bertalanffy, L. (1974). Robots, hombres y mentes. Madrid: Guadarrama.
  • Campbell, D. (1974). Downward causation in hierarchically organised biological systems. In Francisco Jose Ayala and Theodosius Dobzhansky (Eds.), Studies in the philosophy of biology: Reduction and related problems, pp. 179–186. London/Basingstoke: Macmillan.
  • Damasio, A. (1999). El error de Descartes. La razón de las emociones. 3ª Edición. Santiago de Chile: Editorial Andrés Bello.
  • D’Angelo, O. (2005). Autonomía integradora y transformación social: El desafío ético emancipatorio de la complejidad. Centro Félix Varela, La Habana: Publicaciones Acuario.
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  • Morin, E. (1984). Ciencia con conciencia. Barcelona: Editorial Anthropos.
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  • Searle, J. (2000). El misterio de la conciencia. Barcelona: Paidós.

[1]La neuroplasticidad es la variabilidad del tamaño y tipo de redes hebbianas acumuladas en la unidad Cerebro-Mente, a lo largo del tiempo. (Glosario de Ciencias y Neurociencias de Asociación Educar Para el Desarrollo Humano - www.asociacioneducar.com/glorsario)

[2]El emergentismo es una doctrina filosófica que hace referencia a aquellas propiedades o procesos de un sistema no reducibles a las propiedades o procesos de sus partes constituyentes y considera que "el todo, es más que la suma de las partes". Recomiendo leer la tesis de Eronen (2004).

[3]La noción de holograma captura de forma metafórica un principio de organización general de los sistemas complejos que está presente en lo real. (Nota del autor).

[4]Carlos A. Logatt Grabner clasifica la Unidad Cuerpo-Cerebro-Mente-Medio Ambiente (UCCMMA) como una Unidad Mayor.

[5]La dinámica de sistemas es una metodología de uso generalizado para modelar y estudiar el comportamiento de cualquier clase de sistema y su comportamiento a través del tiempo con tal de que tenga características de existencias de retardos y bucles de realimentación. (Martínez, S. y Requema,1988).

[6]El uso del concepto de causalidad descendente se ha extendido en el ámbito de la filosofía de la mente y se utiliza para hacer referencia al poder causal de propiedades mentales (como la intencionalidad o el deseo) sobre las físicas (Moya, 2006).