Realizar una pausa y no volver inmediatamente a trabajar después de almorzar podría ser la clave para sentirnos con mayor energía durante el resto del día.
Resulta casi imposible interactuar con su hijo o alumno en medio de una situación conflictiva. Por esta razón, ser consciente de sus emociones (autocontrol) es la piedra filosofal que lo conducirá hacia una alianza positiva con su hijo o alumno.
La risa es una respuesta que debemos emplear con mayor frecuencia. Diversas investigaciones mostraron cómo las personas que se toman la vida con más humor y menos enojos llevan una vida con menos estrés y más saludable.
A través de simples ejercicios podemos contagiar un buen estado de ánimo. De este modo, aumentaremos los niveles de atención, generando un estado ideal para iniciar una clase.