La moralidad es innata en el ser humano y existe algún sentido innato de lo que está bien y lo que está mal desde el primer momento: un “sentido moral” que responde a mecanismos cerebrales.
El amor es una emoción que despierta múltiples sensaciones placenteras. Sin embargo, existen diversos interrogantes acerca de los procesos biológicos generados a su alrededor. ¿Qué nos responden las neurociencias al respecto?
La aversión es una emoción primaria que cumple con una función adaptativa e intenta cuidar nuestra supervivencia al protegernos de los alimentos en mal estado, además de alejarnos de otros peligros diversos.
La espontaneidad es un valor necesario y para que exista tiene que haber preparación y no los automatismos que surgen de los patrones repetitivos, instalados de manera inconsciente.