Los niños con autismo son más sensibles a ciertos estímulos (por ejemplo, el ruido o la luz) y para poder desarrollarse correctamente necesitan de afecto, empatía y comprensión.
La moralidad es innata en el ser humano y existe algún sentido innato de lo que está bien y lo que está mal desde el primer momento: un “sentido moral” que responde a mecanismos cerebrales.
Nos concebimos como seres humanos gracias a nuestro cerebro y a su complejidad de respuesta. Sin embargo, ¿cuáles son las razones por las que podemos establecer nuestros niveles de razonamiento complejo?
El comienzo del ciclo lectivo está a la vuelta de la esquina y cada niño lo vive de una manera particular. El saber cómo acompañarlos en este momento de sus vidas nos permitirá armarlos con herramientas que los dejen fuertes de cara a esta nueva experiencia.