El miedo es una función innata del sistema nervioso que puede ser modelado por el aprendizaje, pero también es una experiencia afectiva relacionada con estructuras subcorticales.
La amígdala forma parte del sistema límbico; su principal función es el procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales, fundamentales para la supervivencia del individuo.
Para que los estudiantes deseen aprender, debemos atraerlos con ideas novedosas que favorezcan su apetito de ver qué contenidos se les ofrecerá. La clave está en el cerebro emocional, el cual puede fomentar las ganas de saber.
En determinadas circunstancias, lograr el autocontrol emocional puede resultar difícil. Sin embargo, si educamos nuestra corteza prefrontal adelantaremos varios pasos para poder conseguir este objetivo.
A la hora de elaborar contenidos y preparar una clase, es importante que los docentes generen una cierta cantidad óptima de estrés para mantener el rendimiento cerebral de los alumnos en su máximo nivel. Sin embargo, es fundamental considerar que el estrés no impacta de igual modo en todas las personas.