Hace 4 décadas que en el mundo se utilizan las mismas estrategias para evitar que el número de adictos aumente sin éxito alguno. Para buscar resultados positivos, una estrategia posible sería la prevención educativa.
El empleo de psicoactivos genera numerosos prejuicios en el mundo. De hecho, estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) mostraron que las drogas ilegales están muy arraigadas a nivel global. Sin embargo, lo llamativo es que dentro de las mayores causas de morbilidad evitables las drogas legales superan a las ilegales.
Nuestro circuito de recompensa, con su preciado neurotransmisor la dopamina, puede ser tanto un aliado como también un talón de Aquiles. Aprender a utilizarlo nos permitirá educar el circuito dopaminérgico de gratificación, incentivándonos a llegar a los logros de largo plazo.
La educación sexual debe incluir al placer en la escala de valores, porque éste genera bienestar y felicidad, y todo joven que tenga estas sensaciones obtendrá valores preventivos, lo que podría ser una motivación más para mantenerse lejos del alcohol, las drogas, etc.