
Pensamiento lateral
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El pensamiento es el recurso máximo del ser humano. Sin embargo, nunca se está satisfecho con la capacidad más importante, porque por más bueno que uno sea, siempre necesita pensar mejor. Generalmente, los únicos complacidos con esta capacidad son aquellos que creen que el objetivo de pensar es probar que tienen razón para su propia dicha, enfrentando la gran dificultad de la confusión por el hecho de intentar hacer demasiadas cosas al mismo tiempo.
A través de otros caminos, las situaciones extrañas, absurdas o ilógicas para el cerebro requieren de una explicación y pueden ser resueltas evitando lo lógico o lo obvio, enfrentando los viejos y nuevos problemas con novedosas ideas. Este proceder es ideal para liberar la mente del efecto polarizador de los antiguos axiomas y estimular otros mediante la astucia, sobre todo, a través de la creatividad y el ingenio como procesos mentales a los que está profundamente unido.
El término pensamiento lateral fue concebido por Edward de Bono (escritor y psicólogo de la Universidad de Oxford) para describir un tipo de pensamiento distinto al convencional o lógico, con un enfoque mucho más racional, sin suposiciones básicas, que permite escapar de la rutina generadora de ideas ordinarias para dar paso a nuevas y frescas reflexiones. (Ejemplo: "Algunos meses tienen 31 días, otros solo 30. ¿Cuántos tienen 28 días?", y, la respuesta sería, "todos").
El pensamiento lateral trata de encontrar soluciones imaginativas, distintas, que se apartan del clásico enfoque habitual de cualquier problema cotidiano, hasta con los llamados acertijos o adivinanzas, donde la solución, por lo general, no es precisamente aquella que más se espera.
Es en primera instancia una actitud, pero también un método. Su objetivo se focaliza en el cambio de los modelos mentales que limitan los pensamientos. Descomponen las guías establecidas para liberar la información que contienen. Las partes así obtenidas promueven la aparición de nuevos modelos basados en datos de fuentes internas y externas.
A esta modalidad no le preocupa la producción de una idea incorrecta, sino la elaboración de una gran cantidad de planteos referentes al problema. Para el pensamiento lateral no existen concepciones erróneas y su base primordial es que la lógica presenta desventajas para resolver algunas situaciones, pues requiere de un fuerte fundamento y un proceso que no siempre puede efectuarse o establecerse. ("A Pedrito se le cayó un anillo dentro de una taza llena de café, pero el anillo no se mojó. ¿Cómo puede ser?" respuesta: el café era en grano).
El pensamiento lógico, rotulado como vertical, es limitado y debe complementarse con el pensamiento lateral. De este modo se vincula con la creatividad, pero no es lo mismo, pues el pensamiento lateral es manejado en forma consciente y deliberada.
Cuando se pretende lograr algo extraordinario, ya sea por lo novedoso o superador, las conexiones fuertes pierden utilidad ya que solo llevan a lograr lo de siempre, o sea, más de lo mismo. Hacerlo de manera diferente necesita generar nuevas uniones cerebrales y esto solo es posible cuando se rompe la mirada unívoca de ver las cosas siempre de la misma manera, para ver el mundo desde otro lado, sin esperar a que nada se manifieste de manera espontánea, sino recurriendo consciente y deliberadamente a lo que es de vital importancia para sustentarla.
Así se logra el cambio de pensamientos, no a través de una habilidad privilegiada ni menos compleja, sino de un poder latente que debe desarrollarse con entrenamiento y una exigencia de cambios de la actitud mental con un enfoque abierto a la solución de problemas para modificar la modalidad reflexiva, generadora de nuevas conexiones neuronales que lleven a los resultados superiores. En definitiva, es una poderosa herramienta muy relacionada con la creatividad que trae beneficios a la vida de relación porque estimula la capacidad de resolver situaciones con mayores alternativas y habilidad para abrirse a nuevos puntos de vista.
El cerebro desarrolla nuevas conexiones a través del entrenamiento, es decir, trabaja como un músculo más. Por ello realizar los ejercicios adecuados comienza a generar esas conexiones novedosas que irán acercando cada vez más a una forma de pensar mucho más creativa. Como todo aprendizaje, las primeras oportunidades requerirán de mayor atención y un enfoque más preciso; luego, se convertirá en algo más habitual. ("¿Cuál es la cabeza que no tiene sesos?" respuesta: la del clavo).
El pensamiento lateral se funda, por lo tanto, sobre la reestructuración de la información y sus procesos internos, y, para poder efectuar ese proceso, se necesita de un trabajo previo que elimine la rigidez de los arquetipos anteriores, es decir, una especie de relajación que debe materializarse en una forma lingüística que favorezca su empleo en forma eficaz.
Para lograrlo, por un lado, es necesario revalidar los principios viejos para liberar la mente de lo convencional e intentar reordenar nuevas formas de pensamiento, y, por otro lado, crear nuevos estilos, generadores de nuevas ideas, sin preocuparse por la razonabilidad o no de las preposiciones empleadas debido a que la función de los estímulos es la de guiarnos hacia otras ideas.
Edward de Bono sostiene: "El pensamiento lateral se ocupa de las ideas nuevas por eso se relaciona con el pensamiento creativo para cubrir un campo más amplio. A veces, los logros representan verdaderas creaciones, y otras no son más que una nueva manera de contemplar las cosas y, por consiguiente, algo menos que creaciones totales. Cuanto más se separa el pensamiento lateral de las reglas de la razón y del pensamiento vertical, más parece acercarse a la locura y la diferencia entre el pensamiento lateral y el vertical está en que en el vertical la lógica controla la mente, mientras en el lateral la lógica se encuentra al servicio de la mente. Pocas personas poseen una aptitud natural para el pensamiento lateral, pero todos pueden desarrollar cierta capacidad si se dedican deliberadamente a hacerlo ya que es una fórmula mágica que puede aprenderse instantáneamente y aplicarse con provecho después, es una actitud y un hábito mental, con distintas técnicas que pretenden producir una toma de conciencia de los procesos del pensamiento lateral. El pensamiento lateral es cuestión de toma de conciencia y de práctica; no de revelación".
Una manera adecuada de comenzar el entrenamiento podría basarse en las siguientes directivas:
- Anotar todo, antes de que se olviden las ideas, sin precipitarse al momento de descartar pensamientos. Incluso lo que en un primer momento parece absurdo, luego podría ser muy valioso.
- Sin miedo, tomar la decisión de enfrentarse una y otra vez a nuevos retos. No temer a los problemas aparentemente imposibles de solucionar ni a las preguntas de difícil respuesta. Solo es necesario animar al cerebro a abandonar los caminos establecidos y a dar paso a nuevas estrategias.
- Absorber todo tipo de conocimientos, recopilar datos de diferentes naturalezas es buscar la pluralidad del saber. No escatimar esfuerzos para obtenerlos.
- Estar muy atento a lo que nos rodea. Siempre un entorno favorable vale su peso en oro. Un contexto aburrido, con falta de estímulos es negativo para nuevas ideas. El medio físico y social constituyen factores importantes para el pensamiento creativo, por lo que rodearse de cosas y personas interesantes o versátiles es buen alimento para el pensar y el sentir.
Criteriosamente el sistema educativo tiene que estar orientado hacia el futuro. Se tiene que educar hoy pensando que esos conocimientos se pondrán en práctica mañana y es necesario intensificar los desbloqueos de la creatividad para lograrlo. Han sido muchos los planteos que ponen en consideración de una u otra forma, de cómo la educación debería favorecer la creatividad siempre, siendo necesario alentar y valorizar el ensayo y el error y más que ello, el ensayo y el acierto, para así ayudar al estudiante a encontrar su vocación y liberarse del miedo, de los tabúes, de los dogmatismos y prejuicios, con estrategias que estimulen la producción del pensamiento lateral o creativo.
Para lograrlo, solo son necesarios los componentes que juegan un papel importante en el proceso mismo, entre ellos, las estrategias, los métodos, las técnicas, los planes de estudio, el medio ambiente y la comunidad entre otros.
En este sentido, cuando se enseña aplicando estrategias de pensamiento lateral el estudiante adquiere un protagonismo mayor que con las metodologías tradicionales. Asimismo, construye los conocimientos y desarrolla habilidades mediante la búsqueda personal, con un aprendizaje más atrayente y motivador, sin limitarse solo a registrar la información recibida, sino contrastándola para desarrollar las propias habilidades a través del pensamiento lateral y creativo. Definitivamente, es necesario asumir que el proceso de enseñanza y aprendizaje está siempre relacionado con la motivación, la creatividad, el interés, la participación en la comunidad y las estrategias que el docente aplica en clase. En cierto modo, se trata de enseñar a aprender, a ser y a convivir en la sociedad que nos rodea.