
Ilustración neurociencias: Neurona gabaérgica
Las neuronas gabaérgicas son células nerviosas esenciales para la vida del ser humano; se comunican por medio de neurotransmisores que permiten la inhibición y la modulación de estímulos (elemento fundamental para la autorregulación de nuestra especie). Esto quiere decir que transportan desde una neurona presináptica a una postsináptica el valioso neurotransmisor conocido como GABA, que es la sustancia química que nos posibilita, en gran medida, tener autocontrol y seguimiento de normas en la sociedad y la cultura. El hecho de que podamos manejarnos mediante el seguimiento de reglas y principios puede rastrearse hasta las neuronas gabaérgicas, puesto que ellas se correlacionan con la capacidad de calmarnos y mantener la cordura en momentos de alta tensión o estrés.
Como ya se mencionó, las neuronas gabaérgicas transportan GABA, que básicamente es un neurotransmisor de características inhibitorias. La sigla GABA se puede desglosar como: ácido gamma-aminobutírico y su poder dentro de todo el sistema nervioso central (SNC) es tan grande que es el encargado de inducir los estados de sueño, no sólo en el ser humano sino en todas las especies que requieren de sueño profundo para conseguir reparar funciones físicas y cognitivas.
La localización neuroanatómica de las neuronas gabaérgicas tiene lugar a lo largo del eje del encéfalo medular (en la médula espinal el neurotransmisor inhibitorio es la glicina), especialmente en donde se ubiquen grupos de interneuronas o neuronas de circuito local, lo que hace más sencillo su rastreo. La morfología de las sinapsis gabaérgicas es de características altamente simétricas, evidenciando una densidad idéntica, tanto para la membrana presináptica como para la membrana postsináptica. Una peculiaridad de las neuronas gabaérgicas es que en sus procesos dendríticos se detectan pocas espinas e, incluso, en algunas regiones corticales no llegan a poseer espinas, lo que hace que su anatomía sea notoriamente distinta de otros tipos de neuronas. Las neuronas gabaérgicas demuestran mayor presencia en la corteza prefrontal dorsolateral, en donde se pueden ubicar hasta tres tipos distintos de éstas células nerviosas, las cuales comprenden desde las neuronas calretinina, pasando por las neuronas parvalvumina, hasta llegar a las neuronas calbindina, que son células nerviosas especializadas en colaborar con la aparición de ondas lentas para el sueño, la regulación del flujo de información hacia la neocorteza y el control de los procesos atencionales.
Finalmente, las neuronas gabaérgicas forman parte integral de las células nerviosas no piramidales carentes de espinas dendríticas que se ubican dentro de su rango de acción, como interneuronas de axón corto, pero con un comportamiento altamente heterogéneo, localizándose en colonias de neuronas ubicadas en la corteza disgranular y agranular. Esto quiere decir que las neuronas gabaérgicas son muy eficientes en producir conectividad funcional entre diversas áreas corticales, haciendo que cuando se interconectan con las neuronas sensitivas del resto del SNC puedan regular estados funcionales en el comportamiento humano automático, tales como la dieta, la sensación de saciedad, la regulación del peso corporal y se correlacionan con los estados de reposo y el sueño profundo. Es decir, cuando hay daños o afectaciones sobre los sistemas gabaérgicos es probable que aparezcan trastornos del sueño, de los estados de ánimo y aceleración en los procesos de desgaste encefálico. Por esta razón, debemos cuidar nuestra calidad de vida para evitar producir indirectamente daños sobre las grandes regiones cerebrales dominadas por las neuronas gabaérgicas.
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