
¡Destierra al ladrón de tu imagen corporal! (primera parte)
Artículo de uso libre, sólo se pide citar autor y fuente (Asociación Educar).
¿Cómo se desarrolla una imagen corporal negativa?: Introducción a la Bóveda de la Imagen Corporal y al Ladrón de tu Imagen corporal.
La Bóveda de la Imagen Corporal: imaginémonos que cada uno de nosotros tiene un lugar especial en el cual deposita su imagen corporal. Con esto nos referimos a nuestros pensamientos y sentimientos acerca de nuestro cuerpo. Este lugar especial es nuestra Bóveda de la Imagen Corporal.
Nuestra Bóveda de la Imagen Corporal tiene un conjunto de características especiales:
1. ¡Es de nunca acabar!: ¡se puede expandir en su interior de manera tal de introducir tooooodos los pensamientos y sentimientos que queramos sobre nuestros cuerpos! A diferencia de las bóvedas habituales nunca se quedará sin espacio.
2. Su sistema de defensa: toda bóveda necesita de un sistema de defensa para proteger los objetos de valor que se depositan en ella y la Bóveda de la Imagen Corporal no es una excepción a esta regla.
Pero la diferencia entre una bóveda común y corriente y una de la Imagen Corporal es que el sistema de defensa de una Bóveda de la Imagen Corporal está conectado con la conducta de su dueño.
3. Su basurero de pensamientos y emociones: tiene un rincón oscuro, polvoriento y lleno de telarañas bien al fondo, en el cual uno puede tirar todo pensamiento o emoción que ya no quiera recordar.
Cuando uno es niño
Cuando uno es un niño pequeño, cuando pensamos y hablamos sobre nuestras apariencias, tendemos a basarnos sobre hechos como: “Tengo el pelo rubio” o “tengo los ojos marrones”.
Pero, con el paso del tiempo, transitamos múltiples experiencias y pasamos cada vez más tiempo con otras personas. Todas estas vivencias e interacciones tienen el potencial de influenciar cómo pensamos y sentimos nuestros cuerpos –o sea nuestra imagen corporal–. Pero, ¿por qué esto es así?
Porque de estas situaciones y coyunturas comenzamos a aprender cosas acerca de nuestros cuerpos, así como también cómo las otras personas lo ven, y qué tipos de cuerpos son representados como ideales en nuestra sociedad.
Luego respondemos y reaccionamos a estas situaciones e interacciones mediante nuestros pensamientos, sentimientos y conductas. Dependiendo de la naturaleza de estas cavilaciones podemos tener una sensación positiva o negativa hacia nuestro cuerpo.
Son este tipo de reflexiones o emociones que depositamos en nuestra Bóveda de la Imagen Corporal las que a la postre determinan si la consideración es positiva o negativa.
Imagen corporal positiva
Si nuestra Bóveda de la Imagen Corporal está llena de:
- Pensamientos acerca de nuestro cuerpo que están basados en hechos [Pensamientos realistas].
- Pensamientos que demuestran que aceptamos nuestro cuerpo tal cual es [Pensamientos de aceptación].
- Sentimientos en relación a nuestro cuerpo que muestran que lo aprobamos [Sentimientos positivos].
¡Nuestra imagen corporal muy probablemente será positiva!
Y la Bóveda de la Imagen Corporal desea proteger estos pensamientos y sentimientos realistas, de aceptación y positivos de manera tal que nuestra imagen se mantenga positiva. Y lo hace usando su Sistema de Defensa. Pero cuán bien funciona el Sistema de Defensa de la Bóveda depende de cómo actúa uno.
Para tener el Sistema de Defensa más efectivo y de mayor tecnología nuestra Bóveda de la Imagen Corporal requiere actuar de forma constructiva.
Las conductas fructuosas le agregan candados, cadenas y luces de seguridad a nuestra Bóveda. Y cuantos más candados, cadenas y luces de seguridad tenga nuestra Bóveda, mejor protegidos estarán nuestros pensamientos y sentimientos.
¡Y cómo resultado de esto nuestra imagen corporal permanecerá positiva!
Continúa parte 2.