En los últimos años el concepto flow o la experiencia del fluir comenzó a ser muy usado. El estado de fluidez es un momento especial en el que las personas se sumergen por completo en su actividad y olvidan todo lo que hay a su alrededor. La sensación es la de experimentar el estar sumido en el aquí y ahora, disfrutar de lo que se hace y lograr resultados notables.

La experiencia de fluir en lo que hacemos

Fecha 27 de Abril de 2018

El término flow fue ampliamente difundido gracias a los trabajos de Mihály Csíkszentmihályi, de la Universidad de Claremont, California. Sin embargo, en la actualidad son numerosos los investigadores que tratan de ampliar la comprensión sobre este tema y sobre cómo lograr que las personas puedan alcanzar la experiencia de fluir.

En el año 2009, dos investigadoras de la Universidad de Zúrich, Julia Schuler y Sybile Bruner, realizaron un estudio con 65 corredores aficionados de maratón y encontraron que cuantos más momentos de fluidez experimentaban mientras entrenaban, mejor era el tiempo en el que completaban los 42 kilómetros de carrera. Para las científicas, la posibilidad de sentir momentos de fluir los llevaba a entusiasmarse por seguir y mejorar su entrenamiento, por lo cual llegaban mejor preparados a la línea de salida.

Cuando fluimos nos encontramos altamente concentrados, percibimos los detalles con mayor claridad y suprimimos las preocupaciones y necesidades. Además, apenas nos percatamos del tiempo que transcurre.

El investigador de la motivación Falko Rheinberg, de la Universidad de Potsdam, en Alemania, denomina a esta situación efecto experto. Un tenista hábil o un docente experimentado alcanzarán antes el estado de ensimismamiento en su trabajo que un estudiante o un novato. Del mismo modo lo considera Giovanni Moneta, de la Universidad Metropolitana de Londres, quien expresó que este estadio se va dando con la práctica.

Para vivir el flow es esencial que las demandas de una tarea no superen nuestras capacidades ya que ahí nos pasaríamos de estrés. Tampoco la labor debe ser tan sencilla que termine aburriéndonos. Los especialistas dicen que los retos acordes a nosotros y los momentos de relax entre las tareas dan mayor posibilidad de poder fluir.

Según los resultados de una investigación liderada por Evangelina Demerouti, de la Universidad Tecnológica de Eindhoven, en los Países Bajos, no es la tarea sino la valoración que la persona hace de la misma lo que permite vivenciar este estado.

Corinna Peifer y su equipo de la Universidad Ruhr, de Bochum, Alemania, comprobaron que durante el estado de flujo los niveles de cortisol aumentan moderadamente. El cortisol está presente en momentos de estrés para aportar energía adicional a todo el organismo, y a través de la estimulación de determinados receptores cerebrales aumenta la atención, facilita el aprendizaje y ayuda el suprimir informaciones secundarias que no hacen a la situación que se debe atender.

El fluir es una forma de estrés: requiere de esfuerzo físico y mental. Es decir, precisa de cierto nivel de energía que no podemos mantener permanentemente. No obstante, difiere de la excitación que se produce ante el estrés negativo, ya que el grado de respuesta es menor. Además, en el fluir nos sentimos en control y lo que hacemos nos resulta fácil de realizar, de ahí la sensación tan placentera que se percibe.

En uno de sus trabajos de Peifer y su equipo pudieron comprobar cómo un exceso de la hormona del estrés impide fluir. Para demostrar su hipótesis inicial les administraron a algunos participantes de la investigación 20 mg. de hidrocortisona y a otros, un placebo. Luego les solicitaron a todos completar un test que les fue presentado en una computadora. Los voluntarios que había recibido la dosis de hidrocortisona presentaron un elevado nivel de cortisol en sangre, algo que sólo se manifiesta en situaciones de mucho estrés. Esto les quitó la posibilidad fluir en la tarea encomendada.

Para fluir es imprescindible una justa dosis de energía para ponernos en acción, una suave elevación del cortisol y la activación del sistema simpático, relacionado con contar con recursos para ponernos en acción para lograr sentir que podemos con la tarea. Pero como expresan los investigadores, también es ineludible una dosis de relax y que el sistema parasimpático surja cada tanto.

Algunas recomendaciones para fluir son: 

  • Elegir tareas acordes a las competencias personales.
  • Dejar espacios de descanso y de recuperación entre tareas exigentes.
  • Valorar lo que se hace.
  • Antes de volcarse a la tarea, realizar un poco de actividad física suave (por ejemplo, caminar). Si se está en tensión, hacer ejercicios de respiración.
  • Recordar que la práctica nos lleva a poder fluir en lo que hacemos. 

Debe darse una suave danza entre distintos sistemas para que podamos sentir esta placentera experiencia que nos permite que el tiempo, las distracciones y todo lo que no tenga que ver con lo que estamos haciendo quede de lado.


Bibliografía:

  • Rheinberg, F. (2010). Intrinsische Motivation und Flow-Erleben. In J. Heckhausen & H. Heckhausen (Eds.), Motivation und Handeln (4 ed.), (pp. 365-388). Berlin: Springer.
  • Peifer, C. (2017). Zum Zusammenhang zwischen Flow-Erleben und Stress im Kontext von Leistung und Wohlbefinden. In: Brohm-Badry, M., Peifer, C. & Greve, J. (Eds.) Zum Stand Positiv-Psychologischer Forschung im deutschsprachigen Raum – State of the Art. Lengerich: Pabst. Chapter 2. Lengerich: PaBst sCienCe PuBlisHers.
  • Moneta, G. (2017). Validation of the Short Flow in Work Scale (SFWS). Personality and Individual Differences, 109, 83-88. doi: 10.1016/j.paid.2016.12.033
  • Demerouti, E. (2006). Job characteristics, flow, and performance: the moderating role of conscientiousness. J Occup Health Psychol, 11(3), 266-80. doi: 10.1037/1076-8998.11.3.266
  • Demerouti, E., Bakker, A. B., Sonnentag, S., & Fullaga, C. J. (2012). Work-related flow and energy at work and at home: A study on the role of daily recovery. Journal of Organizational Behavior, 33(2), 276–295. doi: 10.1002/job.760
  • Peifer, C., Schächinger, H., Engeser, S., & Antoni, C. H. (2015). Cortisol effects on flow-experience. Psychopharmacology (Berl), 232(6), 1165-73. doi: 10.1007/s00213-014-3753-5
  • Peifer, C., Schulz, A., Schächinger, H., Baumann, N., & Antoni, C. H. (2014). The relation of flow-experience and physiological arousal under stress — Can u shape it? Journal of Experimental Social Psychology, 53, 62-69. doi: 10.1016/j.jesp.2014.01.009

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