Aprender a través de la imitación no es recurso que sólo emplean los humanos, sino que también lo utilizan otros mamíferos, las aves y algunos insectos.

La importancia de nuestro instinto de imitación y el aprendizaje social

Fecha 03 de Febrero de 2014

Artículo de uso libre, sólo se pide citar autor y fuente (Asociación Educar).


“Evolución cultural.”

El aprendizaje por imitación es un medio muy poderoso y eficaz para nuestro desarrollo, no es algo exclusivo de nuestra especie, ya que otras que también aprovechan el copiar a sus congéneres. Entre ella se encuentran los mamíferos, las aves e, incluso, algunos insectos.

La imitación tiene como ventaja para nuestro cerebro aprender a bajo costo. Algunos científicos consideran que supera su resultado en ciertos casos al aprendizaje por ensayo y error.

Incluso copiar los errores de los otros tiene su lado positivo, ya que contribuye a incrementar nuestras respuestas adaptativas y al desarrollo de mayores innovaciones.

Una de las investigaciones que contribuyó a comprender los motivos por los cuales imitamos a otros y por qué es un comportamiento tan extendido en la naturaleza ha sido el proyecto internacional liderado por la Escuela de Biología de la Universidad St. Andrews y dirigido por el profesor Kevin Laland y el Dr. Luke Rendell. Este trabajo contó, además, con la colaboración de un equipo de investigadores de renombre de las universidades de la UCLA, Stanford, Estocolmo y Bolonia.

Los investigadores para realizar este trabajo, al que denominaron La super-eficacia de la imitación humana ―publicado en la revista Science en abril de 2010―, organizaron “una batalla de la mente”. El torneo internacional fue jugado a través de ordenadores y contó con 104 equipos de 16 países. Entre los participantes había biólogos, matemáticos, estadísticos, psicólogos y científicos de la computación.

Cada uno de los equipos debía pensar y aplicar la estrategia que considerara más adecuada para que su grupo ganara y luego debían enfrentarse unos contra otros. Los ganadores por amplio margen fueron el neurocientífico Tim Lillicrap y el matemático Dan Cownden de la Universidad de Queens en Canadá, quienes utilizaron como principal estrategia “el copiar a otros”. El resultado que estaba lejos de lo que la mayoría de los investigadores habían pensado.

“Lo sorprendente, expresó el Dr. Rendell, fue descubrir que la imitación resulta claramente muy eficiente en una amplia gama de circunstancias, incluso cuando se imitan errores o se copia sólo una parte, pues estos son una fuente que nutre la diversidad humana y alimenta la innovación”.

Nuestra gran capacidad imitativa nace con nosotros; está escondida en nuestros genes, en las neuronas llamadas especulares, descubiertas en el año 1996 por un equipo de investigadores a cargo del Dr. Giacomo Rizzolatti, de la Universidad de Parma, mientras estudiaban la relación entre el sistema motor y las funciones cognitivas.

Los profesionales pudieron observar al trabajar con monos cómo cierto tipo de neuronas no sólo se activaban cuando el cerebro de los animales ejecutaba ciertas tareas, sino que lo hacían cuando sólo observaban. Por ello es que se las denominó neuronas en espejo.

Se puede decir de ellas que son el sitio en donde se asienta la impresionante capacidad imitativa que poseemos los seres humanos. El sistema de neuronas en espejo nos permite hacer propias las acciones, sensaciones y emociones de los demás.

Tan importante es este descubrimiento que el reconocido neurocientífico Vilayanur Ramachandran ha llegado a afirmar que éste tiene, para la comprensión de la psiquis humana, el mismo valor que el descubrimiento del ADN para la biología. Hasta que se produjo este hallazgo, se había tratado a la cultura como algo separado de la biología, pero a partir de él, se puede ver que las neuronas en espejo absorben la cultura directamente y la traspasan de generación en generación, a través de la imitación.

Estas investigaciones y otras que presentan lo importante que es el aprendizaje social y por imitación nos debe hacer reflexionar en cómo cada uno de nosotros sin darse cuenta aporta conocimientos a la sociedad a la cual pertenece y con ello influye en el desarrollo de los cerebros de otros integrantes de la misma.

Tener presente que todos jugamos un importante papel como referentes de otros en este mundo, nos permite comprender lo valiosa que es nuestra vida y cómo con nuestro hacer cotidiano podemos contribuir a un mundo más neurosicoeducado y mejor para todos. Si somos posibles copias de acciones trascendentes, las imitaciones e innovaciones que se hagan de las mismas serán hacia ese camino y favor de todos.


Referencia:

  • Rendell, L., Boyd, R., Cownden, D., Enquist, M., Eriksson, K., Feldman, M. W., & Laland, K. N. (2010). Why copy others? Insights from the social learning strategies tournament. Science (New York, N.Y.), 328(5975), 208–213. doi:10.1126/science.1184719