Para construir fortalezas en su hijo – alumno con ADHD, simplemente debe cambiar el foco y explotar sus puntos fuertes. De esta manera, lo que parece ser un déficit puede ser reformulado como un atributo positivo.

El don de tener un alumno – hijo con ADHD (segunda parte)

Fecha 19 de Marzo de 2018

De emparchar vulnerabilidades a construir fortalezas

Cambie su foco de emparchar vulnerabilidades a identificar y construir fortalezas. Esto significa que si su alumno – hijo tiene dificultades para deletrear, pero es excelente para resolver problemas y generar nuevas ideas, debería pasar la mayor parte de su tiempo y dedicar su atención dándole problemas complejos para que los resuelva y ayudándolo a aplicar sus ideas creativas.

¡Las diferencias no son trastornos!

Una idea central del don de tener un hijo – alumno con ADHD es que las diferencias no son trastornos. Cuando uno toma un punto de vista más amplio y piensa en todos los billones de personas que existen en la Tierra y las culturas radicalmente diferentes de las cuales provenimos, además de los diferentes valores, habilidades e intereses que todos tenemos, parece extraordinario que alguien pueda alguna vez llevarse bien con otra persona.

Con tanta diversidad, acoplado con un cambio en la perspectiva que celebra las diferencias, la fuerza que empuja a normalizar a nuestros hijos – alumnos a que todos sean académicamente exitosos en una estrecha franja de dominios parece irrealista.

Existen cuatro formas para modificar su perspectiva y poder ver que las diferencias no son trastornos:

1. Reformular: visto desde una perspectiva diferente, lo que parece ser un déficit puede ser reformulado como un atributo positivo. Se puede reformular distracción como creatividad, hiperactividad como exuberancia, estallidos emocionales como sensibilidad intensa y complicaciones sociales como intuición interpersonal.

Muchas diferencias pueden ser reformuladas como dones.

2. Evalúe las fortalezas y las vulnerabilidades de su hijo – alumno: cada persona es una combinación única de fortalezas, vulnerabilidades, habilidades e intereses.

A menudo decidir que algo es un trastorno puede ser simplemente omitir las fortalezas existentes y focalizarse de forma obsesiva sobre las vulnerabilidades.

3. Observe los incrementos y retrasos del desarrollo: cada persona se desarrolla a su propia velocidad. Y una vez que reconocemos que existen múltiples escenarios para el desarrollo (intelectual, emocional, motor e interpersonal) nuevamente parece predecible que cada niño dará saltos en un escenario mientras que en otros, normalmente, se retrasará.

Muchos padres y docentes creen que los niños desarrollan sus habilidades motoras antes que las del lenguaje mientras que las niñas desarrollan primero sus habilidades del lenguaje y luego las motoras.

A medida que expande su conocimiento del amplio escenario del desarrollo, trate de considerar todas las posibilidades que están en juego cuando su hijo – alumno se desarrolla más rápidamente en un área que en otra.

Por ejemplo, es fácil imaginar un niño que está trabajando hacia la expresión de sus habilidades sociales y motoras mientras se retrasa con las intelectuales o viceversa. Además, sería predecible que si ese chico tuviera que enfrentarse a una situación de estrés (como, por ejemplo, una crisis familiar, un problema de salud o cambiar de escuela) todas estas tareas de desarrollo motor, social e intelectual podrían suspenderse mientras se enfrenta con los cambios que se le presentan.

A veces lo que parece un trastorno es falta de paciencia. He visto padres que consultan a un especialista con gran preocupación por su hijo y se sienten presionados por los docentes o por su pediatra para medicarlo cuando no tiene un buen rendimiento académico. En algunos casos, simplemente esperar un año posibilita que el problema se resuelva solo.

4. Reconozca las expectativas culturales: Lo que parece un trastorno en un marco cultural puede ser tan sólo una diferencia en otro contexto. El fracaso de tener una mirada desde una perspectiva amplia puede explicar por qué algunas diferencias son rotuladas como trastornos.


Bibliografía:

  • Barfield, P. A., & Driessnack, M. (2018). Children with ADHD draw-and-tell about what makes their life really good. J Spec Pediatr Nurs, 23(2), e12210. doi: 10.1111/jspn.12210

Imagen: CraigRJD/iStock/Getty Images Plus