La película "El discurso del Rey" se relaciona con los manejos internos en un simple aula de clase y nos muestra cómo los profesores y maestros deben desempeñarse para que sus alumnos aprendan de la mejor manera y sin estrés.

El discurso del rey

Fecha 30 de Enero de 2014

Artículo de uso libre, sólo se pide citar autor y fuente (Asociación Educar).


Esta foto pertenece a la última escena de la película EL DISCURSO DEL REY, galardonada por la academia de Hollywood. Se preguntaran qué conexión tiene dicha escena con el aula, el ámbito de nuestro trabajo… ¡Mucho!

En este film, el rey de Inglaterra, tartamudo desde su primera infancia, se encuentra a punto de dar su más importante discurso como monarca, en el inicio de la guerra con Alemania. El tono vacilante, los silencios entre palabras y el martilleo sonoro no es algo que espera escuchar un súbdito, especialmente cuando lo que le pide a cambio es que arriesgue su vida.

Pero lo más sorprendente de esta situación, lo que nos concierne como docentes, lo que une a esta historia basada en un hecho real con las neurociencias, es la actitud de LIONEL LOGUE, quien entrena al monarca para mejorar su prosodia, desafiando al estrés que lo paraliza.

Sin saberlo, Logue, como tantos docentes de alma, percibe que estar estresado, angustiado y exigido en demasía no favorece el aprendizaje cognitivo. Es a través de una ambientación acogedora, luminosa y haciendo que el rey respire aire fresco, que logra que el monarca se relaje. Luego de esto, lo mira a los ojos y le pide que se olvide de todo para leerle a él, su maestro, el discurso como si fuera un amigo; así Logue logra que el Rey supere esa dura prueba.

A nivel neural, desarmar la tensión causada por el estrés hace que el cerebro cortical funcione a pleno y el alumno logre sus objetivos. Como en la película, en nuestras aulas, la luz natural, o en su defecto una buena luminosidad, una atmosfera agradable, que no genere sensación de displacer, que no encienda las redes del cerebro emocional que nos ponen alerta contra el peligro, hablar al maestro como un “aliado”, un generador de caminos, un observador de procesos, hace que el educando pueda llegar a utilizar su mayor potencialidad.

Todo aprendizaje que queramos impartir seguirá un camino neural natural y preestablecido. Un alumno que se siente inseguro, amenazado, en forma real o ficticia, activará redes en su cerebro emocional que harán que la información no pueda ser procesada por el cerebro cognitivo. Las acciones para las que está preparado en estado de alerta son el ataque, la huida, la inhibición de acción entre otras. Sabemos ahora que será necesario crear ámbitos cordiales, con normas de trabajo firmes pero posibles para que la naturaleza de nuestro cerebro deje fluir el conocimiento que queremos impartir hacia áreas de asociación y memoria a largo plazo.