Cuando tenemos un objetivo que cumplir, en nuestro cerebro se genera un gran debate de patrones de acción que toma lugar en los ganglios de la base. Todos estos patrones discuten a la vez y es imposible saber cuál debemos escuchar. Afortunadamente, contamos con la corteza cingular que modera este caos y señala quién tomará la palabra. Sin embargo, esto no nos salva del error. Nuestro cerebro está constantemente generando estrategias adaptativas ante las modificaciones del ambiente en el que vivimos y esto puede fortalecer un patrón de acción (antes débil) para convertirlo en la directiva dominante. Entonces, al implementar un falso patrón de acción, se produce un ERROR.

Bibliografía:

• Rosler, R., Zandonadi, D., Torres, P. (2020). ¡Me tiene podrido la neurociencia! Asociación Educar para el Desarrollo Humano.