¿Padres ausentes, hijos traumatizados? Claves psicológicas sobre la serie Adolescencia

El impacto social de la serie

La serie Adolescencia de Netflix ha causado un gran debate y controversia sobre la familia, los menores de edad y los riesgos en el uso de redes sociales. Por ejemplo, en Inglaterra se propuso que la misma sea proyectada en las escuelas.

La misma trata sobre Jamie, un adolescente de 13 años que comete un brutal crimen luego de sufrir de bullying y cyberbullying.

El presente artículo pretende analizar críticamente el retrato que se hace de la adolescencia en dicha serie, señalando sus aciertos y sus errores. Existirán algunos spoilers, pero serán mínimos.

 

La adolescencia: una importante etapa de la vida

En primer lugar, la adolescencia es una etapa de la vida que se extiende de los 11-12 años a los 18 cuando se alcanza el estatus legal de adulto. Se caracteriza por importantes cambios en diversas áreas de la vida, como:

  • biológicos (como la pubertad),
  • cognitivos,
  • sociales
  • y emocionales.

No siempre existió este período del ciclo vital, sino que se remonta a principios del siglo XX con la revolución industrial, el desarrollo de las ciudades y una escolaridad obligatoria.

A pesar de lo que se cree popularmente, no es una etapa más conflictiva ni crítica que otras (ser adulto mayor, por ejemplo, es crítico ya que uno debe enfrentar limitaciones físicas, retirarse de la vida activa y lidiar con la proximidad de la muerte). Así, la mayoría de los adolescentes transita este período sin mayores inconvenientes o problemas.

En este sentido, los prestigiosos investigadores Coleman y Hendry (2017) enfatizaron la necesidad de un enfoque normal de la misma, esto es, pensarla como una etapa normal del desarrollo y no como sinónimo de patología o conflicto.

 

Adolescencia normal o Sturm und Drang

El Sturm und Drang (términos alemanes que pueden ser traducidos como pasión y tempestad) fue un movimiento literario y artístico alemán que se desarrolló en el siglo XVIII y que enfatizó la exaltación de los sentimientos por encima de la racionalidad. Uno de los máximos exponentes lo constituye Las penas del joven Werther (1774) de Goethe sobre un adolescente que se quita la vida por no ser correspondido por el amor de una dama y que dio lugar a una de las primeras olas de suicidio en la gente joven –algunos hasta imitaron su vestimenta–.

En la actualidad, incluso, muchos profesionales y la sociedad misma suponen que la adolescencia es una etapa de turbulencia en donde lo normativo es que los jóvenes sean rebeldes y problemáticos. Incluso George Stanley Hall, uno de los pioneros en su estudio científico con su libro Adolescence (1904), la consideraba como un período de estrés y conflicto.

«Los jóvenes son azotados por la naturaleza como el hombre borracho lo es por el vino». Esta frase –que podría ser dicha por cualquier padre o docente con respecto a un adolescente en la actualidad– pertenece a Aristóteles. La idea de esta etapa de la vida como crítica y conflictiva tiene gran antigüedad y también fue popularizada con el psicoanálisis de Freud y sus discípulos. Tres de los mitos más comunes a este respecto son, según Arnett (1999):

  1. el conflicto permanente con los padres y madres,
  2. el adolescente con continuos problemas de comportamiento
  3. y los cambios bruscos en el humor.
 

La relación progenitores-hijos adolescentes como inherentemente conflictiva y atravesada por constantes peleas

Al contrario de los que se cree, la ciencia señala que la mayoría de los adolescentes se siente querido y amado por sus padres –más en un contexto de gran familismo como el argentino–. Es cierto que con los cambios puberales aumentan los desacuerdos con los padres pero, una vez que se estabilizan estos cambios, la relación vuelve a su satisfacción inicial. Por ejemplo, investigaciones sistemáticas en adolescentes argentinos a lo largo de esta etapa demostraron que la madre es la primera en la lista de las personas más amada, superando, incluso, a los amigos (Facio y otros, 2006). Al margen del gran familismo de las naciones latinas, una relación satisfactoria con los padres es lo normativo.

 

Todos los adolescentes tienen problemas de conductas

Es probable que si uno pregunta a un adulto que diga cómo es el comportamiento típico del adolescente, muchos indiquen que son agresivos, rebeldes, que consumen sustancias tóxicas, como alcohol, que no siguen las reglas y que cometen actos de vandalismo. Es cierto que en esta etapa de la vida se incrementan estas conductas, en comparación con la niñez escolar, pero no todos los individuos actúan así y muchas de estas transgresiones son transitorias. La vasta mayoría de los adolescentes no tiene severo problemas de conducta.

Por otra parte, los problemas que emergen en este período no son causados por la adolescencia. Si un joven es problemático, las causas no radican en los cambios normativos de esta etapa de la vida.

 

La inestabilidad en el estado de ánimo

Los cambios bruscos en el humor de los jóvenes –pasar de la alegría a, por ejemplo, la ira o apatía– no son universales ni ocurren con la misma intensidad. Estos se deben a factores hormonales durante la pubertad, como a factores sociales, como el estrés escolar u otros conflictos. Esto no quiere decir que dichas ideas sean completamente erróneas pero han sido exageradas o simplificadas. El tránsito de cada sujeto por el período es único y particular.

 

El porqué de la necesidad de un análisis crítico de la serie y de la adolescencia

Al margen del valor del gran valor técnico y cinematográfico de la serie, una gran pregunta que se debería hacer es cuáles son aciertos de la serie y cuáles son sus puntos débiles en el crudo retrato que hace de la etapa adolescente. Teniendo en cuenta, fundamentalmente, el impacto que la misma ha tenido en la sociedad y en los mitos que subsisten sobre esta importante etapa de la vida.

De este modo, primero se señalarán los aspectos positivos y luego los negativos.

 

Positivo: La adolescencia y la presión social

Entre los importantes cambios sociales de esta etapa de la vida, uno es la mayor presencia de los grupos de pares, como compañeros, amigos y pareja amorosa.

La serie muestra de manera claridad la preocupación de los adolescentes por el ser aceptados, como las dudas sobre el atractivo físico que uno posee, lo cual se incrementa a raíz de los cambios puberales. Como se muestra en el pedido casi desesperado del protagonista a la psicóloga sobre si le agradaba él o no.

También es interesante el menosprecio de los adultos hacia los temores o preocupaciones de los jóvenes: “quien no es virgen a los 13 años?”, indica el padre del protagonista cuando le señalan que a su hijo se le burlan diciendo que era un Incel (célibe involuntario del inglés).

 

Positivo: Las redes sociales: un mundo desconocido para los adultos

«Me da vergüenza verte tan perdido», le advierte el hijo a su padre detective al ver que no buscaba evidencia en las redes sociales para resolver el crimen.

Las redes sociales, como Instagram o TikTok, tienen una gran presencia en los adolescentes para comunicarse y recrearse, pero los adultos, en ocasiones, desconocen este mundo. No solamente los adultos, como padres o docentes, ignoran el lenguaje y símbolos que los jóvenes usan para comunicarse –una jerga distinta del mundo adulto, como una forma distintiva al vestirse, son típicas de esta etapa de la vida–, sino que, a veces, los adultos ni siquiera saben cuáles redes sociales usan los menores de edad.

Un error común de los padres y madres es creer que en esta etapa de la vida los adolescentes, como ya son grandes, no necesitan del apoyo o contención adulta.

 

Positivo: Lo compleja que es la parentalidad

El ser padre o madre es una actividad en el sentido que tiene muchos aspectos. Nadie duda que los padres del protagonista quieran o aman a su hijo. Por ejemplo, el padre acompaña a su hijo durante todo el proceso del interrogatorio y trata de protegerlo del severo proceso de interrogatorio.

Sin embargo, este rol implica aspectos como monitorear al hijo/a y prestarle interés:

  • qué hace en las redes sociales,
  • quiénes son sus amigos,
  • cómo le va en la escuela
  • y en sus intereses amorosos, etc.;
  • como ayudarlo a resolver cuestiones que todavía no puede hacer por su cuenta, como las agresiones de sus compañeros,
  • la vergüenza por no ser un buen deportista -cuestión que la familia no resuelve correctamente-
  • o las inseguridades por su aspecto físico.

Lo interesante de la serie es mostrar cómo unos progenitores que quieren a sus hijos y son buenas personas pueden fallar en algunos aspectos del rol parental.

 

Negativo: Ignorar los factores genéticos

¿El sufrir de bullying o cyberbullying, junto con haber descuidado el uso de redes sociales, explican simplemente el brutal crimen? Al igual que los factores ambientales –como la crianza, el grupo de pares y los medios de comunicación–, los factores genéticos son un poderoso componente para explicar la conducta.

Toda persona es genéticamente única y esto se ve mayormente en el temperamento que –en parte– es heredado. Este concepto se refiere a la forma en que los sujetos reaccionan ante el mundo y los estímulos. Es posible que Jamie pueda haber heredado un temperamento más neurótico -predisposición a las emociones negativas-, en comparación con sus padres, como también que a causa del ambiente hayan emergido en él disposiciones heredadas que no se manifestaron en sus progenitores.

No es necesario que la serie aborde todos los factores que explican un hecho, pero muchos espectadores podrían llegar a creer que solo la influencia ambiental es determinante en este aspecto.

 

Negativo:  Omisión de trastornos mentales y otros problemas del protagonista

Se ha discutido si Jamie es o no un psicópata, en el sentido de si es una persona cruel e insensible.

La serie da poco elementos sobre los factores que fueron gestando el por qué un adolescente de 13 años, en apariencia criado en una familia normal, asesina con tanta frialdad.

Es bastante simplista pensar que un adolescente que sufre de bullying y cyberbullying a lo largo del tiempo puede volverse un despiadado asesino sin otros factores estresantes o problemas psicosociales.

Generalmente, las victimas del acoso escolar que ejercen una violencia extrema, como el asesinato o el suicidio, presentan otros factores de riesgo, como

  • trastornos mentales,
  • familias disfuncionales (ausentes o abusivas)
  • o sufrir de otros tipos de violencia.
 

Negativo: La familia de la víctima o su invisibilidad

La familia de la víctima, como su madre o padre, no se menciona ni se muestra en la serie –muchos señalan que fue hecho intencionalmente–. Tampoco se dan muchos detalles de la víctima y solamente se sabe que le hacía cyberbullying a Jamie y, cuando el protagonista trató de hablar con ella para que detenga el acoso, no tuvo éxito.

Por otra parte, una foto de ella mostrando sus senos se había viralizado entre sus compañeros -conducta que puede ser muy perjudicial y se conoce como sexting-. Si la serie trata de concientizar sobre cómo los adultos deberían monitorear el uso de redes sociales de los menores, esto también debe aplicarse a los padres de Katie y su manejo irresponsable de las redes sociales.

La serie muestra como un crimen destruye a las dos familias, pero no cuenta nada sobre el entorno social y familiar de la víctima, lo cual puede dar lugar a malinterpretaciones o lecturas simplistas de un hecho.

La violencia y la agresión reactiva son cuestiones complejas que no se explican solamente por un individuo problema. Del mismo modo, el bullying o cyberbullying no se genera solamente por un sujeto que es más agresivo, sino que hay todo un entorno que lo fomenta y alienta.

 

Negativo: Las redes sociales: elementos peligrosos

Estos dispositivos tienen aspectos negativos, pero también presentan cuestiones positivas, como

  • permitir la comunicación,
  • la variedad de recreación
  • y el acceso a la información.

No obstante, su introducción a edades tempranas puede ser perjudicial, ya que pueden dar lugar a la adicción o que los menores de edad accedan a contenidos inadecuados, como la pornografía extrema o la violencia.

Sin embargo, la influencia de ellos no es unidireccional, sino que los sujetos no son pasivos; al contrario, seleccionan contenidos de acuerdo a sus intereses y gustos personales. Un sujeto violento no se vuelve agresivo simplemente por consumir violencia en las redes sociales, sino que ya tiene estas tendencias que serán reforzadas por los contenidos que consuma, por el grupo de pares y la falta de acompañamiento de su familia y docentes.

 

Adolescencia: en pantalla y en la vida

«Un buen drama es como la vida, pero sin las partes aburridas», sugería Alfred Hitchcock.

La serie plantea un debate interesante sobre las redes sociales y el riesgo de introducirlas precoz y acríticamente en los menores de edad.

Sin embargo, se debe considerar que es una ficción que sigue retratando que todos los adolescentes se sienten incomprendidos por sus padres -tanto el protagonista como el hijo del detective, con el cliché de los adultos que trabajan en exceso, sin tener en cuenta que no es la cantidad sino la calidad de tiempo que uno destina a sus hijos– y que los jóvenes son de naturaleza rebelde y conflictiva –la escena de la escuela retrata un aula y patio de la escuela en donde la anarquía es la norma con la idea aristotélica de la adolescencia problemática–.

Aunque la transición hacia la adultez se da sin mayores problemas, los jóvenes siguen necesitando de la guía y el acompañamiento adulto, mayormente de sus progenitores.

Los pares y las redes sociales solamente pueden ser perjudiciales si falta un cálido ambiente escolar y familiar.

 

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Referencias:

  • Arnett, J. J. (1999). Adolescent storm and stress, reconsidered. American Psychologist, 54(5), 317-326.
  • Arnett, J. J. (2022). Adolescence and Emerging Adulthood. A cultural approach. Nueva Jersey: Prentice Hall.
  • Coleman, J. C., & Hendry, L. B. (2017). Psicología de la adolescencia. Morata.
  • Facio, A., Resett, S., Mistrorigo, C. & Micocci, F. (2006). Los adolescentes argentinos. Cómo piensan y sienten. Buenos Aires: Editorial Lugar.
  • Resett, S. (2016). Relación percibida con padres y pares y su asociación con los problemas emocionales en adolescentes. Revista Argentina de Ciencias del Comportamiento (RACC), 8(1), 18-26. https://www.redalyc.org/pdf/3334/333449321003.pdf
  • Steinberg, L. D. (2014). Age of opportunity: Lessons from the new science of adolescence. Houghton Mifflin Harcourt.

Cómo citar esta publicación: Resett, S. (2025). ¿Padres ausentes, hijos traumatizados? Claves psicológicas sobre la serie Adolescencia Asociación Educar para el Desarrollo Humano. www.asociacioneducar.com/blog/padres-ausentes-hijos-traumatizados-claves-psicologicas-sobre-la-serie-adolescencia/

https://bicyt.conicet.gov.ar/fichas/p/santiago-alejandro-resett
Investigador del CONICET. Autor y coautor de más de 100 publicaciones científicas en la temática de Bullying, Cyberbullying y desarrollo socioemocional de los adolescentes. Doctor en Psicología, Universidad Católica Argentina. Docente e investigador de la Universidad Católica Argentina y la UADE. Vicepresidente de la Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento (AACC).