
El sistema nervioso en 60 segundos: ¿Por qué vemos los colores?
Nuestras retinas son meramente el punto de partida de la visión de los colores. La retina contiene unos receptores, denominados fotorreceptores, especializados en detectar longitudes de onda de luz, que es la propiedad física de la luz relacionada con el color.
Sin embargo, si sacamos una manzana que está bajo la luz solar y la dejamos iluminada por la luz de una vela la seguiremos viendo de color roja, aun cuando las longitudes de onda de la luz que se reflejan pueden ser diferentes debido a las condiciones de iluminación. Este aspecto del color es procesado por la corteza cerebral visual y no por la retina.
Además, algunos colores que vemos (como el magenta) no poseen una longitud de onda que les corresponda: son enteramente construidos por la corteza cerebral visual.
Existe un área de la corteza cerebral, denominada área V4, presente en ambos hemisferios, que es responsable de la percepción del color. El área V4 se localiza en los gyrus lingual y fusiforme de la cara ventral del lóbulo occipital.
Una lesión en esta región genera la experiencia de ver al mundo en blanco y negro, denominada acromatopsia.
¿Por qué existe un área en el cerebro dedicada al procesamiento del color? Se supone que el área V4 procesa la constancia del color, o sea que infiere el color de una superficie tomando en cuenta las condiciones de iluminación; esta capacidad debe haber evolucionado en nuestros ancestros primates debido a la necesidad de identificar fuentes fiables de alimentación.
Bibliografía:
- Moutoussis, K. (2015). The physiology and psychophysics of the color-form relationship: a review. Front Psychol, 6:1407. doi: 10.3389/fpsyg.2015.01407
- Remmer, M. H., Rastogi, N., Ranka, M. P., & Ceisler, E. J. (2015). Achromatopsia: a review. Curr Opin Ophthalmol, 26(5):333-40. doi: 10.1097/ICU.0000000000000189